martes, 30 de diciembre de 2014

refugios apropiados y exílios forzosos

aprovecho la mañana de sol para ir a buscar
más trompetas de los muertos.
me cuesta un rato dar con ellas pero
al final lleno casi la cesta.
cuando vuelvo me pongo a limpiarlas y
empiezan a aparecer tijeretas entre los pliegues,
son un buen refugio si te paras a pensar (y eres tijereta).

al principio solo las sacudo,
en mi casa madriguera seguro que encuentran donde recogerse
y a mí no me molestan.

pero de pronto me doy cuenta de que de esa manera
se van a dispersar y estaban juntas.
así que cuando aparecen
las voy metiendo en un vaso
y al terminar las suelto a todas en el patio,
en el mismo sitio.

siempre me pregunto que sucede con esos bichos
a los que cambio de sitio,
si encuentran fácil refugio o se entablan conflictos
con los habitantes "nativos"
y hay guerras y muertes y exílios.

ay, mi empatía no entiende de especies.
(no tengo remedio.)

viernes, 26 de diciembre de 2014

¿Locura? No, en absoluto

A veces me paso todo el día tratando de contar las hojas de un solo árbol. Para ello tengo que trepar rama por rama y escribir los números en un librito. Así que supongo que, desde su punto de vista, es razonable que mis amigos digan: ¡qué tontería! Tiene la cabeza en las nubes de nuevo.

Pero no lo es. Por supuesto que tengo que abandonar, pero para entonces ya estoy medio loca con esta maravilla- la abundancia de hojas, la tranquilidad de las ramas, la inutilidad de mi esfuerzo. Y estoy en ese lugar delicioso e importante, riéndome a carcajadas, llena de alabanzas por la Tierra.

Mary Oliver 
(versión (im)par)

jueves, 25 de diciembre de 2014

mi foto favorita de Virxilio Vieitez


toda la dignidad, todo el desamparo, todo el amor.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

lunes, 22 de diciembre de 2014

solsticio y recetas

acaba de entrar el invierno y hoy es el día más corto del año.
a pesar de ello, y por motivos que escapan absolutamente a mí comprensión
y tienen que ver con elipses e inclinaciones,
es el ocho de diciembre el día que el sol se pone más pronto.

los días empiezan a crecer.


vuelvo a coger de la biblio El Libro de la Cocina Judía.
llevo todo el año devolviendo un ejemplar y sacando otro,
suerte que hay dos.
me encantan esas recetas familiares y exóticas a la vez,
muchas de origen sefardita.
y me gusta atisbar esos mundos perdidos de los judíos
de Persia, Yemen, Egipto, Salónica, Iraq o Siria.


hace sol y aprovecho para dar un paseo vespertino.
quiero recoger rúcula de la que salió al principio del camino
al tirar restos del jardín.
pero las vacas de mis vecinos se me han adelantado,
las matas frondosas están todas mordisqueadas.


subo una colina y me siento al sol.
a la vuelta algo oscuro llama mi atención entre los robles.
¡son trompetas de los muertos!
hay muchas y las recolecto llena de alegría.
mañana iré a buscar más.

mi cena es negra y violeta y roja,
trompetas de los muertos con patatas violetas asadas.
y vino tinto.

se acaba el 2014, el año que empezó con
Grandes Esperanzas y pronto fue Casa Desolada.


debería leer a Dickens.

viernes, 12 de diciembre de 2014

cuando llegan el frío y la nieve,
la niebla y el hielo,
me gusta releer la huida de Estraven y Genly Ai,
por el Hielo, hasta la frontera de Karhide
en el planeta Invierno.

martes, 2 de diciembre de 2014

y cosas que hago

era de noche cuando me he despertado.
me he quedado acurrucada dejando que mi mente vagara a su aire.

pero de pronto he deseado ver amanecer.
he saltado de la cama, he hecho un café,
he buscado el termo,
lo he metido en la mochila,
me he puesto las botas,
he olvidado el gorro.

y he salido andando.

he subido una colina orientada al este.
cantaba un cárabo.

las nubes grises se volvían rojas,
todo se iba iluminando,
las nubes parecían islas en un mar de plata.

yo bebía café sentada en unas matas de tomillo,
Ras, sentada a mi lado, miraba también el horizonte.


he vuelto a casa cuando el sol asomaba.

lunes, 1 de diciembre de 2014

cosas que nunca haré

y me encantaría.