ahora que se acaba septiembre

septiembre es el sol oblicuo y dulce
y la misma luz de marzo pero con hojas.
las moras y las peras.
el olor del chutney y las cazuelas de mermelada.
los pantalones largos y el jersey al atardecer.
los petirrojos, los cuervos y los estorninos,
las nueces y las primeras setas,
los árboles amarilleando,
los días acortándose.

y sobre todo, los primeros fuegos.

rocío del cielo

Covarrubias, en su Tesoro de la lengua castellana, nos ofrece esta curiosa explicación sobre la producción de la miel:

    […] la miel ordinaria (según lo da a entender Plinio) no es otra cosa sino un rocío del cielo que cae sobre las hojas de las hierbas y de los árboles, el cual las abejas desfloran, comen y lamen con muy grande apetito, a causa de su natural dulzor, y después de haberle alterado algún tanto en el vientre, sintiéndose muy hinchadas con él, por su demasiada abundancia, son constreñidas a vomitarle.

mi alma gitana

y otra más, Keren chave.

... con ese aire de otro tiempo que, en los retratos de las generaciones
anteriores, se nos aparecen siempre como la señal de cierta ingenuidad,
de un carácter espontáneo, ausente en nuestros contemporáneos,
que nos impresiona y nos inspira confianza.

El testamento francés, Andreï Makine.