jueves, 28 de enero de 2016

sueños chinos

sueño que he desertado a China.
una funcionaria me interroga para hacer mi dossier.
me hace muchas preguntas entre ellas de qué me hablaba mi madre
mientras me daba de mamar.
me pregunta mi nombre, Ai, le digo aunque no entiendo por qué tengo dos nombres.
no sabe escribir el ideograma y se lo deletreo en inglés, tampoco lo entiende.
al final lo escribo yo.
todo lo que le digo lo escribe a mano y lo mete en cajas a las que les pega
cuentas de colores y une con hilo una detrás de otra.
me sorprende que lo haga así, aquí lo escribirían en un ordenador,
me digo.

viernes, 15 de enero de 2016

el curiosísimo verbo "venir"


"El verbo latino venire (venio, -is) equivale al español 'venir', pero los autores clásicos le habían dado una amplia gama de significados, tales como 'avanzar, atacar, nacer (el sol o un astro)', 'resultar (en el sentido de ser producto de una operación aritmética)'. Virgilio decía aquila veniente para significar 'cuando el águila cae (sobre las palomas)', y Cicerón usaba venire contra alienum con el sentido de 'entablar un juicio a un extranjero'. El supino de venio es ventum, de donde procede ventus, -i, que dio en español 'viento'. Y también ventura y aventura.

El sentido de 'llegar' lo obtenían los latinos con el prefijo ad-, formando el verbo advenire (advenio, - is), a partir de cuya forma supina adventum, se derivaron palabras castellanas como adviento y advenimiento.

Con el prefijo prae-, se formó praevenire, para denotar 'preparar, avisar, advertir', o sea, 'prevenir'; y con el prefijo con-, el verbo convenire, con el sentido de 'ir juntos a un lugar, ir todos al mismo lugar', de donde se derivaron las palabras castellanas convenio, conveniente, convención y convento.

Si, en cambio, se anteponía el prefijo in-, se formaba el verbo invenire 'encontrar', 'descubrir', 'inventar', 'obtener'. El supino de invenire era inventum, que dio lugar al sustantivo masculino inventus, empleado por Plinio con el sentido de 'invención o hallazgo', que derivó en nuestro invento. Pero la denotación de 'hallazgo' dio lugar también al latín medieval inventorium 'lo que se encuentra', 'lo que está allí', de donde proviene nuestro inventario.

En el castellano medieval se formó avenir, con el sentido de 'ponerse de acuerdo, avenirse, 'como ocurre con las parejas que se llevan bien o con los socios."

http://www.elcastellano.org/

viernes, 8 de enero de 2016

de bosques, panes y listas

hoy he paseado por el monte en un rato de tregua de la lluvia.
avanzaba entre los robles por las sendas que abren los
animales, olía a humedad y a musgo y a hojas descompuestas.
y soplaba el viento y había nubes de todos los tonos de gris.

ahora acabo de preparar unos panes planos y dejo que fermenten
mientras leo.
iba a decir un libro curioso y efectivamente lo es,
se llama así, Curiosidad, Por qué todo nos interesa.

en él encuentro una lista de Robert Boyle, científico del siglo XVII,
de cosas que debía recordar (e imagino que investigar):

El uso de un carruaje
los ojos de los cachorros de perro recién nacidos
las plumas, picos y uñas de las aves que aún no han roto el 
cascarón
la pólvora, entera y molida
insectos y otras criaturas que parecen exánimes en invierno
la serpiente de Moisés y el agua transmutada
que la belleza no hace a las partes, si no que resulta de ellas, así
como la salud, la armonía, la simetría
que las formas internas acaso no sean sino disposiciones
duraderas forjadas por
                                         los objetos externos
el barómetro sellado y las consecuencias de semejante aparato
monstruos, y los antojos y temores de las mujeres encintas
la reparación torpe de muelles a martillazos, etc.
pinchar una burbuja en el  cristal de un barómetro.

cuanto menos desconcertante.