martes, 29 de diciembre de 2009

Estatus

Pasamos por delante de la pastelería Mallorca.
Vamos a entrar pero C. decide que vayamos antes a otra tienda.

El rey mago que reparte propaganda delante de la puerta nos mira y decide no malgastarla con nosotras (todo eso lo veo con la visión periférica, qué de cosas se ven así).

Viendo que no hay mucha gente decidimos entrar.

Cuando salimos ya hemos cambiado de estatus, nos da la propaganda.


Fascinante.

domingo, 27 de diciembre de 2009

El cubo rojo


La biblioteca estaba cerrada pero alguien había dejado un cubo rojo en medio.

Me gustó la imagen.

jueves, 24 de diciembre de 2009

días extraños en Madrid

veo la ciudad con ojos un poco extranjeros.
constato que la nieve deja pronto de ser bonita en la ciudad.
constato que la gente es más lectora en el metro que en el autobús.
me sorprendo al encontrar al mismo camarero en el mismo bar, veinte años después.
me sorprende que la librería a la que acudía con frecuencia siga abierta y siga siendo tan buena librería.
agradezco los gestos de afecto.
me desconciertan las muestras de ¿irritación?.
constato que las cañas de Madrid siguen siendo igual de buenas.

me reconcilio un poco con esta ciudad.

no quiero quedarme.
no quiero irme.

martes, 22 de diciembre de 2009

Lealdade por

-Mire esto. Lo escribimos juntos en alguna ocasión. 〔...〕
Era una lista titulada LEALDADE POR, y debajo, Prado y O'Kelly habían anotado todos los motivos por los que puede surgir la lealtad.

La culpa para con otros; los pasos de evolución conjunta; la pena compartida; la alegría compartida; la solidaridad de los mortales; la coincidencia de opiniones; la lucha conjunta contra el exterior; los puntos fuertes y débiles comunes; la coincidencia en la necesidad de cercanía; la coincidencia de los gustos; los odios comunes; los secretos compartidos; los sueños y las fantasías compartidas; el entusiasmo compartido; el humor compartido; los héroes compartidos; las decisiones tomadas en conjunto; los éxitos comunes, los fracasos, las victorias, las derrotas; las desilusiones compartidas; los errores comunes.

Echaba de menos en esa lista el amor, le dijo Gregorius.


Tren nocturno a Lisboa. Pascal Mercier.

jueves, 17 de diciembre de 2009

levanto la vista a un trocito del cielo de Madrid, entre edificios, y veo pasar una bandada de grullas en varias formaciones en V.

sorpresa y alegría.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Fin del otoño


Últimos días del otoño, pronto los días empezarán a crecer.

Paseo por el monte. Los robles conservan sus hojas, son los últimos árboles en perderlas.
Hago una foto con el móvil.

Una foto del cielo azul y de las hojas doradas del roble.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Estoy bebiendo, una noche de invierno, y de pronto noto que la noche se ha puesto sumamente fría. Abro la ventana y veo caer los copos de nieve del tamaño de una mano, y ya hay tres o cuatro pulgadas de nieve en la tierra. ¡Ah!, ¿No es eso felicidad?.


De los treinta y tres momentos felices de Chin.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Szymborska

Cada vez me gusta más esta mujer.

Lúcida, irónica, burlona, dice que no es brillante y que hay preguntas para las que no tiene respuesta.

Pero escribe poemas brillantes y que nos muestran respuestas.


Y bebe coñac a las once de la mañana.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Conforme avanzaba el otoño, los ojos de las bestias, que recordaban las profundas aguas de un lago, iban tiñéndose paulatinamente del color de la tristeza. También las hojas de los árboles cambiaban de color y la hierba empezaba a secarse: todo les anunciaba que se aproximaba la larga y dura estación del hambre. Y, tal como me había predicho el anciano, la estación prometía ser larga y dura también para mí.


El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, Haruki Murakami.

martes, 17 de noviembre de 2009

El imperio de los sentidos

La espalda de las nadadoras desnudas en el mar bajo la lluvia.

El temblor de la hierba que nace en los polígonos asfaltados.

El contacto de dos lenguas rojas entrelazándose sobre un campo de
nieve.

La respiración acompasada de dos cuerpos desnudos.

Abrir la boca debajo de la lluvia caliente.

Robar caballos en la noche.

Lamer moras explotadas sobre las manos y brazos de otro.

El jadeo de un caballo agitado sobre la espalda desnuda.

El olor a naranja en las yemas de los dedos en una avenida agolpada
de tráfico.

El vaho de dos bocas sobre los cristales.

La estela de la lágrima desde el ojo hasta el vientre desnudo.

Los labios mojados sobre unos hombros con lunares.

Entrar con los senos descubiertos a robar moras.

Acercar la palma a milímetro de la piel de la cintura.

Soplar el diente de león.

La llovizna húmeda que queda suspendida sobre el vello de los brazos.


Susana Barragués

lunes, 16 de noviembre de 2009

A veces dejo que la fiera
meta su pata por la ventana
y me revuelva la sopa,

luego, cuando se aleja otra vez
hacia la melancolía,
queda un rastro de pelos en mi plato,
una navegación a la deriva,
un idioma extraño y necesario.

Julia Otxoa

domingo, 15 de noviembre de 2009

Lola

cuando he oído los ladridos sabía que un perro estaba en apuros.
desde el camino no lo veía.
al acercarme ha dejado de ladrar.

era Lola (así la llamo yo, no sé si tiene nombre. es una mestiza de mastín que cuida los caballos de un vecino y que se viene a veces de paseo conmigo. es cariñosa y me conoce. juega con mi perra y yo la acaricio las orejas y la tripa. le gusta).
estaba dentro de una reguera, en medio de un barrizal, con la cadena enredada en unas ramas, casi no podía moverse.

he intentado acercarme a ella.
las botas se me hundían en el barro y no podía sacarlas.
dando un rodeo me he acercado por detrás.
cuando he conseguido tocarla, el pastor eléctrico nos ha dado una buena descarga, ella estaba en el agua.

he ido a buscar a su dueño.
no estaba en casa así que he vuelto dispuesta a soltarla como fuera.

he cortado la cuerda que sujetaba el alambre del pastor eléctrico, un problema menos.
agarrada a una rama he conseguido meter los dedos por la cuerda que hacía de collar, casi no me cabían.
intentando no pincharla he metido la navaja.

cuando se ha visto libre ha salido corriendo.

no me extraña.
no sé el tiempo que llevaría así.

viernes, 13 de noviembre de 2009

rastros



al cabo de los días, los meses, los años, los caballos, aún queda un rastro.

juegos


hoy, mientras andaba por el bosque buscando setas, he oído unos coches que subían por el camino.
me he agazapado en una quebrada entre los robles.
al levantarme he visto a mi alrededor unas cuantas lepiotas.

seguir jugando a indios y vaqueros tiene sus ventajas.

martes, 10 de noviembre de 2009

Poema 1512

Todas las cosas arrasadas
Eso - es la inmensidad-


Emily Dickinson (traducción de Margarita Ardanaz)

lunes, 9 de noviembre de 2009

Poema 1101

Entre la forma de la Vida y la Vida
La diferencia es tanta
Como el Licor entre los Labios
Y el Licor en la Jarra
Excelente para guardar -la última-
Pero en caso de éxtasis
Lo mejor es sin corcho-
Lo sé pues lo he probado

Emily Dickinson (traducción de Margarita Ardanaz).

viernes, 30 de octubre de 2009

martes, 27 de octubre de 2009

casi...

era una recta larga y con visibilidad.
inicié el adelantamiento y, en el punto de no retorno, vi que un camión se acercaba desde un camino lateral para salir en mi dirección.
también en ese momento reparé en la doble linea amarilla que yo no había debido rebasar.

con absoluta tranquilidad pensé, si sale se acabó.
no lo hizo.

después mi corazón empezó a latir como loco.

domingo, 25 de octubre de 2009

CADA LATIDO QUE DEJAMOS ATRÁS...

ES UN ENIGMA IRREPETIBLE (AGUAS RÁPIDAS NOS LLEVAN)



Durante la noche
alguien amó unas cuantas canciones viejas
del mismo modo que se ama a un ángel,
con la misma textura, idénticas ganas de volar.

Durante la noche
dieron exactas las tres de la memoria
y alguien supo del tamaño del miedo,
cuánto pesa de cierto el dolor.

Durante la noche
alguien visitó tierras firmes y naufragios,
alguien averiguó lo impreciso de sus límites,
alguien se dejó rozar por el tacto del tiempo
como si fuera la única noche, la última vida.

Durante la noche
alguien bebió botellas de licor de tristeza,
bebió como un antiguo y venerable poeta chino,
bebió leche materna y agua del mar.

Durante la noche
alguien hizo votos de aullido y de silencio,
alguien desmigó su corazón para los pájaros,
alguien lloró de alegría en un idioma distinto.


Durante la noche
alguien recordó los más hermosos cuerpos,
los ojos más indóciles,
y besos insolentes y flacos
como la lluvia de verano o una revolución.

Durante la noche
alguien quiso una carta verdadera, una carta
escrita por los dedos del deseo, un mensaje
con palabras no borrosas que nombraran
sin que eso fuera una forma de caer.

Durante la noche
alguien cosió con un hilo claro
aguas de fuentes oscuras.


Los pájaros de la mañana se alimentan de despojos,
de algas que arrancaron de los sueños.

David Eloy Rodríguez

viernes, 23 de octubre de 2009

fantasías de hoy

me aferro a dos palabras como el que se está ahogando se aferra al tablón que sabe que no le va a salvar.

la palabra juntas,

la palabra lejos.

lunes, 5 de octubre de 2009

Cardo o ceniza

Hace unos meses A. me puso una estremecedora canción de Chabuca Granda pero nunca me pasó el CD y ya no me acordé más.

Días atrás tropecé en la red, de nuevo, con esa canción y desde entonces, obsesiva como soy con la música, la he escuchado una y otra vez.

Me quedo con esta versión que es la más desnuda y despojada.

domingo, 4 de octubre de 2009

día de mercado






día de mercado en Florac.

llegamos casi cuando recogían.
dimos una vuelta, compramos unos deliciosos quesos y encontramos mesa en la terraza del bar donde todos eran bienvenidos y donde todos se saludaban.

me dediqué a robar fotos.
(he perdido el descaro que tuve.
ahora me escondo detrás de una cámara que puedo disimular.)


los músicos y la mujer que bailaba, la mujer ¿polaca?, el afilador, la mujer de los gestos ...

viernes, 2 de octubre de 2009

menhires





caminamos bajo la lluvia, de menhir en menhir.

estaban separados cientos de metros, a lo largo de las colinas, entre campos de cultivo, pastos y vacas.

me recosté sobre ellos, los toqué, observé los innumerables líquenes que crecían, solamente, sobre una de sus caras.

luego bajó la niebla y regresamos.


pensé que, en otra vida, me hubiera gustado tener ese oficio,
el oficio de levantar menhires.

jueves, 1 de octubre de 2009

Cambio de rueda

Estoy sentado al borde de la carretera,
el conductor cambia la rueda.
No me gusta el lugar de donde vengo.
No me gusta el lugar adonde voy.
¿Por qué miro el cambio de rueda
con impaciencia?.

Bertolt Brecht, Poemas y Canciones

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Verano fatal

Toda situación, por desastrosa que pueda llegar a ser,
siempre, siempre es susceptible de empeorar.

Y en ello estamos.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Aquel día

Me dirás que no es cierto, pero de vez en cuando parece
que el mundo se detiene. Que ha dejado de girar y,
por una vez amable con nosotros y como avisándonos,
nos prolonga ese preciso momento por siempre.

Me dirás que soy un exagerado,
que las cosas de las que hablo no son tan importantes,
tan definitivas, comparadas con otras que pasaron.

Pero cuando aquella tarde de julio,
siendo aún joven, aún tímido,
vi a todos los de casa jugando al fútbol en aquel prado,
lo mismo la niña más pequeña que los más ancianos,
en aquel momento comprendí
que pronto algunos de nosotros,
y aquel lugar
habrían desaparecido.

Aquel día no sucedió nada especial,
pero aquel momento,
aquel día de abejas de leche y prados de cera,
para mí será único siempre.


Kirmen Uribe, Mientras tanto cógeme la mano.



Llevaba tiempo deseando leer a Kirmen Uribe y se me ha hecho tan tan corto su libro...

miércoles, 2 de septiembre de 2009

otras vidas








el mosquito estaba encima de la mesa.
pensé en darle un manotazo.
entonces me fijé en como se estaba limpiando con meticulosidad extrema.
primero las antenas y luego las patas.
cogí la cámara y empecé a hacerle fotos.

después le perdoné la vida.


(esta madrugada, mientras me desvelaba, recordé el haiku que hace mil años le pedí a Yoko que me caligrafiara:

También para el mosquito
la noche es sola,
larga y sola.)

martes, 25 de agosto de 2009

Cuaderno de viaje 1

Llego al camping de los holandeses aún con luz.
Solo hay una familia alemana con una autocaravana.

Cena:
- frutos secos.
- patatas cocidas.
- rábanos.
- aguacate.
- queso idiazabal.
- vino.


La nostalgia de otras vidas.
Ser alemana, tener una familia, recorrer Francia durante las vacaciones, quizá ser profesora o médica.
Puedo imaginarlo.
Puedo echarlo de menos.


Se oye al fondo el ruido de la fábrica de luz.

No veo a los caipús.
La última vez con C. vimos tres que comían tallos o raíces.

He plantado la tienda bajo un enorme roble.
Viene el holandés a cobrarme.
Intercambiamos conversación sobre el tiempo.
Ayer hubo aquí 40º.


Me tumbo para descansar la espalda.
Oigo a la familia alemana jugar a algo que no consigo saber que es.
Cuando me levanto y atisbo veo que juegan a la petanca (muy francés para ser alemanes).


Anochece.
Cantan los grillos.
Bebo vino.
Tregua.


Me despierto antes de que suene el despertador.
Aquí a las siete ya es de día.
He soñado que me costaba respirar, que me ahogaba.
Me he puesto a dormir en dirección contraria a como estaba.
Tenía la cabeza más baja que los pies.
Lo más curioso es que me asfixiaba en Rusia y en ruso.

Desayuno:
- un melocotón (guardo el hueso por lo que pueda suceder).
- una barrita de muesli.
- te tibio (Lapsang Souchong).


Mientras recojo, la mujer alemana se levanta.
Se pone a leer mientras su familia duerme.



Quizá ella también sienta nostalgia de otras vidas (la de la mujer española que viaja sola y que no parece que esté de vacaciones).


Cuando me voy no me mira.
Me quedo con las ganas de hacer un gesto de despedida.



(para I., que me lo pidió.)

miércoles, 19 de agosto de 2009

treguas

las risas.
el cariño.
el libro de Szimborska, a estrenar, de la biblio.
las caipirinhas.
algunos mails.
los kilómetros a devorar.
la música nueva.

los viajes.

viernes, 14 de agosto de 2009

más constataciones

hacer la compra me produce una infinita melancolía.

jueves, 13 de agosto de 2009

De todas formas, creo que lo que uno se inventa es más real que lo que a uno le pasa. Al fin y al cabo, lo que a uno le pasa no deja de ser un accidente.

Lo peor de todo, Ray Loriga.

miércoles, 5 de agosto de 2009

vencejos y deseos




los vencejos aún no se han ido o, por lo menos, no todos.
mientras hacía ayer esta foto del atardecer dorado, los vencejos volaban y silbaban por encima de mí.

el cambio en la luz empieza a ser perceptible, es más oblicua.

esta mañana pensaba que me apetecía irme de viaje.
por una vez mi deseo se va a cumplir.
inesperadamente.


me voy.

sábado, 1 de agosto de 2009

miércoles, 29 de julio de 2009

el pollito en la piedra


el otro día, durante un paseo al atardecer, entre picadura y picadura de mosquito me entretuve en mirar las piedras a ver que encontraba.
no me costó mucho, en seguida vi al pollito asustado.
no me lo llevé a casa, era demasiado pesado.
ahora está de fondo de escritorio.

pobre.

Momentos en que se debe cesar de beber té

Trabajando
Mirando un juego.
Abriendo cartas.
Durante grandes lluvias o nevadas.
En un largo festín de vinos con gran compañía.
Revisando documentos.
En días atareados.
En las condiciones contrarias, en general, a las enumeradas en la sección anterior.

Ch'asu, Hsü Ts'eschu.

domingo, 26 de julio de 2009

Momentos adecuados para tomar té

Cuando se tiene el corazón y las manos ociosas.
Cansado después de leer poesía.
Cuando están perturbadas las ideas.
Si se escuchan canciones y cantinelas.
Cuando se termina una canción.
Encerrado en el hogar durante una fiesta.
Tocando el ch'in y mirando pinturas.
Dedicado a la conversación muy tarde en la noche.
Ante una clara ventana y un escritorio limpio.
Con amigos encantadores y gráciles concubinas.
De regreso de una visita a los amigos.
Cuando el día es claro y dulce la brisa.
En un día de leves chaparrones.
En un bote pintado, cerca de un puentecito de madera.
En un bosque de altos bambúes.
En un pabellón que mira sobre flores de loto en un día de verano.
Después de haber encendido incienso en un pequeño estudio.
Después de terminada una fiesta y marchados los huéspedes.
En un templo tranquilo, escondido.
Cerca de manantiales famosos y rocas extrañas.

Ch'asu, Hsü Ts'eschu.

jueves, 23 de julio de 2009

constataciones

me como un melocotón y doy el último sorbo a la copa de vino


y no sé cómo taponar esa herida por la que me desangro...

martes, 21 de julio de 2009

Intenta celebrar el mundo mutilado

Intenta celebrar el mundo mutilado.
Recuerda los largos días de junio
y las fresas silvestres, las gotas de vino rosé.
Las ortigas, que con esmero cubrían
las fincas abandonadas de los exiliados.
Tienes que celebrar el mundo mutilado.
Mirabas los yates y los barcos lujosos;
uno de ellos tenía un largo viaje por hacer,
a otros les aguardaba sólo un vacío salado.
Viste a refugiados con rumbo a ninguna parte,
oíste a verdugos que cantaban con gozo.
Deberías celebrar el mundo mutilado.
Recuerda los momentos cuando estabais juntos
en una habitación blanca y se movió la cortina.
Vuelve en pensamientos al concierto, al estallar la música.
En otoño cogías bellotas de los parques y las hojas
se arremolinaban en las cicatrices de la tierra.
Celebra el mundo mutilado,
y la pluma gris que un tordo ha perdido,
y la luz delicada que yerra y desaparece
y regresa.

Adam Zagajewski (traducción de Xavier Farré).


He descubierto a Zagajewski recientemente en el Diario voluble de Vila-Matas. Solo citaba un verso (que yo cito de memoria), "una naranja pelada, llega el verano".

jueves, 16 de julio de 2009

de mis investigaciones...

onomatopeyico-lingüísticas.

quiquiriquí - castellano
kokekoko - japonés
kukuku - dyula
kukuriku - polaco
kykeliky - noruego
kukleku - flamenco
kikiriku - griego
cocorico - francés
kikiriki - alemán

lunes, 13 de julio de 2009

estupefacción



buscaba otra cosa y me encontré con esta foto.

no recuerdo el momento, no sé el año, ni dónde, apenas el nombre de esa muñeca (creo que es Ingrid, me la trajo mi padre de Suecia, ya no puedo preguntar a mi madre).

la miro con estupefacción, ¿soy yo?.

¿qué tenemos en común, qué parte de mí hay en ella, o mejor, qué parte de ella hay en mí?.


quizá solo que las dos miramos desde abajo...

y la mirada desafiante.

jueves, 9 de julio de 2009

sueño-somni-sueño

Hace tiempo que busco una casa para compartirla con un amigo, pero no he podido encontrar una que nos acomode. De pronto alguien trae la noticia de que hay una casa no demasiado grande sino de unas doce habitaciones y que da a un gran río y tiene hermosos árboles verdes en torno. Pido a ese hombre que me acompañe a comer, y después de la comida vamos juntos a ver la casa, porque no tenemos idea de cómo es. Al entrar por el portón veo que hay un gran terreno baldío de unos seis o siete mow, y me digo : "En adelante no tendré que preocuparme por la provisión de frutas y melones." ¡Ah! ¿No es eso felicidad?.

De los treinta y tres momentos felices de Chin.

viernes, 26 de junio de 2009

Escribo pienso leo

Escribo
pienso
leo
traduzco veinte páginas
escucho las noticias
escribo
escribo
leo.
Dónde estás
dónde estás.


Idea Vilariño, Poesía completa, Lumen.

jueves, 25 de junio de 2009

no me extraña...


que tengan que darte la receta.

Libros

Ojeo las novedades en la biblioteca.

Leo:

"Las primas ganó el Premio de Nueva Novela de Argentina, entre otros méritos, por la originalidad y fuerza de su escritura. Al abrir la plica (en Argentina las abren después de fallar el premio) resultó que la autora tenía ochenta y cinco años.

Alguien pensó que era una broma de Vila-Matas pero no.

Ya quisiera."


Me lo llevo, claro.


Las primas, Aurora Venturini, Caballo de Troya.

miércoles, 17 de junio de 2009

una luz

el cielo esta cubierto de nubes.

de pronto se oscurece.
empieza a llover.
la suave lluvia del principio se convierte en un enorme aguacero.
el agua cae por los aleros del tejado con fuerza.
se oyen truenos.

(hay luces que pertenecen a otra época, a otro lugar: la luz de septiembre en marzo o la luz de Galicia en Madrid.)

y, de pronto, lo sé, es una certeza.


esta luz es Shangai, 1930.

lunes, 15 de junio de 2009

constatación

el mundo recobra su nitidez...








tengo gafas nuevas.

miércoles, 10 de junio de 2009

Los ojos de la lechuza



Entre los restos que han quedado en el río de los árboles cortados veo los ojos de la lechuza que me mira.

viernes, 22 de mayo de 2009

Este estado de mí

Este estado de mí, este estado confuso, estado vivo
esta explosión de diminutas amapolas rojas en los senos
y corazones de elefante chorreando en las manos

esta cintura verde, este silencio habitado
este sosiego lleno de musgo
este vientre dormido
con sus organismos acuáticos y cortantes
en estado de calma

hasta que una lectura o un sueño denso
o un golpe de calor o un desagüe de algas en las entrañas
me enciende la nuca y me imprime en el centro
el ímpetu feroz de masticar flores y morder
jardines botánicos

este estado de verde estado de sitio estado salvaje
que soy yo
que me invita a salir dando portazos y patadas
a los charcos de lluvia
y abofetear las nubes y tocar con el dedo
los ojos de las telefonistas

y comer helicópteros hasta poner redondo el vientre
y regurgitar por la garganta como un huevo
a los paracaidistas perdidos

y asaltar la estafeta de correos
salir con la piel despellejada de sellos
y los puños arrugados de lenguas
empuñar la locura en las residencias de ancianos
enviar plagas de chicharras a los trenes subterráneos
lanzar una sintomatología inédita a la cara de los doctores
y sacarles en camilla el corazón por la boca

y arrancar el sosiego
y atronar los campos dormidos

este pequeño animal enfurecido
este estado de sitio de sofocante nostalgia
este estado de violenta y explosiva tristeza verde

en que termino temblando aferrada a un pajarito agonizante
que cayó de la lluvia.

Susana Barragués, Los hipódromos del corazón.


Reeditando. Susana Barragués es de los poetas que no solo me da un puñetazo en el estómago sino también dos derechazos a la mandíbula.


Sin aliento.

miércoles, 20 de mayo de 2009

el círculo en la piedra




camino por la orilla del río, atardece.

entre las matas de amapolas veo un círculo blanco que destaca.

me agacho y cojo la piedra.
la observo.
con el dedo sigo la suave cicatriz que el cuarzo traza en su superficie.
me maravilla la perfección del dibujo que nadie ha dibujado, su sencillez plena.


dejo la piedra donde estaba, entre las amapolas.


sigo caminando pero, de pronto, decido volver sobre mis pasos.
cojo la piedra y la guardo en mi bolsillo.

un tesoro mínimo:
un círculo en una piedra.

domingo, 17 de mayo de 2009

Reserva natural

Con todo lo que hay dentro de mí
que araña, que se queja,
que duele y se resiste,
con todo eso voy a hacer mi invernadero,
mi parque, mi reserva natural.
Así nadie podrá acusarme
de atentar contra la continuidad de la especie.
En mi reserva pastarán las fieras
y crecerán las plantas carnívoras;
allí estarán desde el insecto al cocodrilo,
todas mis conocidas bestias,
y yo me encargaré de su alimento y su custodia.
Pero sabedlo,
la entrada está prohibida.
Mis animales y mi selva
no son para turistas o estudiantes,
mis animales pueden matar:
extranjeros,
no rocéis la puerta.
Pasad, pasad de largo,
esta reserva es peligrosa.


Francisca Aguirre

viernes, 8 de mayo de 2009

Franqueza



Me encanta la precisión y franqueza de quien redactó este cartel.

Si hay obras provisionales es que, ciertamente, hay obras permanentes.

martes, 5 de mayo de 2009

A algunos les gusta la poesía

A algunos,
es decir, no a todos.
Ni siquiera a los más sino a los menos.
Sin contar las escuelas, donde es obligatorio,
y a los mismos poetas,
serán dos de cada mil personas.

Les gusta,
como también les gusta la sopa de fideos,
como les gustan los cumplidos y el color azul,
como les gusta la vieja bufanda,
como les gusta salirse con la suya,
como les gusta acariciar al perro.

La poesía,
pero qué es la poesía.
Más de una insegura respuesta
se ha dado a esta pregunta.

Y yo no sé, y sigo sin saber, y a esto me aferro
como a un oportuno pasamanos.

Wisława Szymborska

domingo, 3 de mayo de 2009

pequeños placeres

los regalos inesperados.
las visitas.
compartir una botella de vino.
algunos correos.
la música nueva.
cavar un microhuerto.
cortar la hierba del patio.
los paseos con Lola, la cachorra de mastín que nos acompaña a mi perra y a mí y que se queda en su prado a la vuelta.


intentar disfrutar, a pesar de todo.

pequeñas casualidades

I. me cuenta que está volviendo a leer Rayuela.
de las maravillosas genialidades de Cortázar.
le hablo de uno de los capítulos que más me gustan.

hoy abro el libro al azar y el capítulo aparece sin buscarlo:

Vagando por el Quai de Célestins piso unas hojas secas y cuando levanto una y la miro bien la veo llena de polvo de oro viejo, con por debajo unas tierras profundas como el perfume musgoso que se me pega en la mando. Por todo eso traigo las hojas a mi pieza y las sujeto en la pantalla de una lámpara. Viene Ossip, se queda dos horas y ni siquiera mira la lámpara. Al otro día aparece Etienne, y todavía con la boina en la mano, Dis donc, c'est épatant, ça!, y levanta la lámpara, estudias las hojas, se entusiasma, Durero, las nervaduras, etcétera.


Una misma situación, dos versiones... me quedo pensando en todas las hojas que no veré yo, el juntador de hojas secas, en tanta cosas que habrá en el aire y que no ven estos ojos, pobres murciélagos de novelas y cines y flores disecadas. Por todos lados habrá lámparas, habrá hojas que no veré.

pequeñas desolaciones

los bosques y los árboles del sur de Francia están arrasados por el huracán de enero,
miles de árboles rotos y arrancados. (C., tan cinéfila, dice que parece una película de Kurosawa después de la batalla.)

de noche, en el peaje de la autopista, una mujer muy joven llora junto a la cabina del cobrador.
no puedo llevarla, voy en otra dirección.

me entero de la muerte de Idea Vilariño, la poeta uruguaya.

después de casi un mes de viaje, al volver, me siento desubicada.



el echar de menos como estado de ánimo.

martes, 21 de abril de 2009

La Oveja




La llamábamos La Oveja por que tenía aspecto de tal.
Ya estaba en la casa, cuando nos fuimos a vivir a ella, junto con tres o cuatro perros más.
Había sido perra de pastor pero, según nos contaron, se quedó en la granja por amor a Canelo, un perro imponente mezcla de collie. Ciertamente siempre iban juntos a todos lados.

La Ove tenía los dientes desgastados.
En esa zona guían los rebaños lanzando piedras que los perros buscan.
Le encantaban las piedras y las encontraba siempre aunque se las tiraras al agua. Hicimos la prueba innumerables veces. Buscábamos piedras fácilmente reconocibles, las lanzábamos al agua y La oveja sumergía la cabeza y las sacaba. Cómo lo hacía sigue siendo un misterio para mí.

Era una perra dulce, agradecida y cariñosa. B. siempre decía que era una perra incondicional. Tenía razón.

Cuando nos fuimos de allí nos la llevamos con nosotras, ya era nuestra perra.

Hoy la he recordado mientras paseaba por una senda que ella descubrió.

Los ojos se me han puesto un poco húmedos.

viernes, 17 de abril de 2009

de frases certeras que encuentras en una canción

como los perros,
intentando vivir, viviendo.

Pedro Guerra, Niños.

sábado, 4 de abril de 2009

viernes, 3 de abril de 2009

lunes, 30 de marzo de 2009

Porque la Tierra es redonda

Con una mano cogió el mar y con la otra un velero,
para explicar una de las pruebas
de que la Tierra es redonda.

-¿Todos los días, le preguntaba.

Lo mismo de día que de noche?

-Siempre, me respondió, y si no fuera redonda
en toda su corteza, nada se tendría en pie,
el mar llegaría hasta las cumbres nevadas
no podrían volar las aves
ni correr los niños por los campos del estío.
Ni siquiera habría verano.

Todo existe: la rosa, la luna,
mi alma, los vientos, la sonrisa de ella
y la sombra del cerezo, y las cerezas,
así son porque la Tierra es redonda.

El velero se hundía en el horizonte
y el mar iba y venía en su mano derecha
la espuma de las olas escurriéndose entre sus dedos.
Refrescaban mi rostro redondas gotas de lluvia
caída de grandes nubes que venían del Sur
gracias a que la Tierra es redonda.

Alvaro Cunqueiro, Hierba aquí o allá.
Traducción César Antonio Molina


jueves, 26 de marzo de 2009

Para viajar

Para viajar, debería bastarnos sólo con nuestro cuerpo; pero las noches reclaman un abrigo; la lluvia, una capa; el baño, un traje limpio; el pensamiento, tinta y pinceles. Y los regalos que no se pueden rehusar... Las dádivas estorban a los viajeros.

Matsuo Basho, Sendas de Oku.

Versión de Octavio Paz y Eikichi Hayashiya.

martes, 24 de marzo de 2009

Hacer una pradera

Hacer una pradera
requiere un trébol
y una abeja.
Un trébol y una abeja
y el ensueño.
Si las abejas escasean,
basta el ensueño.

Emiliy Dickinson

sábado, 21 de marzo de 2009

La vida, ese desconcierto (2)

Esperaba, con expectación, el 21 de marzo.




jueves, 19 de marzo de 2009

Carta-océano

La carta-océano no es un nuevo género poético
Es un mensaje práctico de tarifa regresiva y mucho más barato que un radiograma

Se utiliza mucho a bordo para liquidar asuntos que no se ha tenido tiempo de resolver antes de la partida y para dar las últimas instrucciones

También es un mensajero sentimental que viene a decirte buenos días de mi parte entre dos escalas tan alejadas como Leixoes y Dakar cuando sabiéndome en la mar durante seis días no se esperan recibir noticias mías

Lo utilizaré de nuevo durante la travesía del atlántico sur entre Dakar y Río-de-Janeiro para llevar
mensajes hacia atrás ya que sólo se la puede usar en ese sentido

La carta-océano no se ha inventado para hacer poesía
Pero cuando se viaja cuando se comercia cuando se está a bordo
cuando se envían cartas-océano
Se hace poesía

Hojas de ruta, Blaise Cendrars.

miércoles, 18 de marzo de 2009

jueves, 12 de marzo de 2009

hechos

bailo, en la cocina, una canción de Kusturica.

pienso que es una pena que los humanos, a diferencia del resto de mamíferos, no tengamos el cuerpo cubierto de pelo (y eso me recuerda a los athstianos peludos y verdes de El nombre del mundo es bosque).

vuelvo a vivir con un mapa junto a mí.

las violetas (y su olor) invaden el patio.

los cielos son aburridamente azules.
echo de menos las nubes.


echo de menos.

martes, 10 de marzo de 2009

escrito en el viento

Y de pronto mi memoria empieza a funcionar de forma autónoma.

Los días de París, en los que no me sentí con fuerzas para ¿reclamarte?. En especial la tarde en la que vimos a las maravillosas africanas en el parque. Me sentí tan incapaz de traspasar tus murallas. La adolescente sensación de no ser capaz de besar a quien más deseas. Tan tonto como eso. Hubiera necesitado de tu complicidad en la transgresión.

Tengo un recuerdo tan físico de ese momento. Puedo recordar la calle, la luz, la temperatura. Puedo recordar hasta tu brazo sobre mi hombro y su peso. Mi indecisión.

Es tan curioso. Hay momentos en que casi es dolorosa tu cercanía y otros en que tu ausencia, aunque estés físicamente, es cierta y también dolorosa.

Y me gusta ser capaz de analizarlo y de alguna manera disfrutarlo.

Intentar disfrutarlo todo, incluso el dolor. Creo que lo único que merece la pena es intentar apurarlo todo. Intentar ser consciente en cada momento. Que nada se pierda. Que todas las sensaciones valgan para algo. Vivir todo con intensidad, porque nunca más va a suceder. Habrá otros momentos, pero este preciso está perdido ya. Y saberlo. Y que no se convierta en algo que oprime sino en algo que de alas.

La dolorosa y gozosa sensación de fugacidad.


Todos los días me visto para la muerte.

lunes, 9 de marzo de 2009

Y entonces cada uno se puso a dibujar a su manera en la ribera del río. [...] Intentábamos dibujar piedras y agua; ambos utilizábamos tintas chinas. El negro venía en un frasco pero el rojo, el amarillo, el azul, el verde y el blanco venían en bastoncillos -probablemente exportados de Singapur- con signos dorados. Los mojas en agua -teníamos una pequeña jarra con el agua a nuestros pies- y después frotas el bastoncillo contra la superficie rugosa de una piedra y se forma así una mancha líquida que se puede recoger con un pincel y aplicar sobre el papel. Cuando están húmedos, los bastoncillos emiten un olor indescriptible, maravilloso, un poco como el del lacre. El bastoncillo se frota normalmente contra una piedra de afilar que uno lleva consigo, del tipo de las que se utilizan para afilar un cuchillo o una guadaña. Pero allá estábamos sentados entre las piedras, y frotamos los bastoncillos contra ellas. Rojo, amarillo, violeta de genciana. Cuando recogíamos el color con el pincel, a menudo nos llevábamos granos de polvo de piedra. Estábamos pintando las piedras bajo el agua con colores molidos en piedras fuera del agua. Y estos colores se diluían con la misma agua que fluía a nuestros pies. El viento levantaba las esquinas del papel. Sobre el papel los colores nunca eran puros. [...] Sin embargo los colores eran puros donde los molíamos. Cuando nos fuimos dejamos atrás, sobre dos piedras, hasta las próximas lluvias, diminutas canteras de amarillo, violeta de genciana, blanco y rojo. No muy diferentes a los colores de algunas de las boyas que utilizan los pescadores...


Te mando este rojo cadmio, Cartas entre John Berger y John Christie

sábado, 7 de marzo de 2009

un lugar al que volver

dos años hace que inicié este blog.
en marzo, mi mes favorito.

un lugar al que volver.

(en una entrevista, Gustavo Martín Garzo decía que para un escritor, una novela, mientras se escribe, es un lugar al que volver.
de alguna manera eso es este blog, el sitio al que puedo volver, el sitio en el que soy capaz de escribir (yo, que tengo una enorme colección de cuadernos sin usar y nunca escribiré una novela)).


y sigo sintiendo la nostalgia de no tener a la familia Glass esperándome en casa.



o, quizá, me esperan aquí.

jueves, 26 de febrero de 2009

de mis insomnios

hoy me he acordado de cuando buscaba palabras que cambiaran de significado al ponerlas en diminutivo (los otros diminutivos no me gustan mucho, siempre he preferido un beso a un besito).

he encontrado una lista corta:

- trampa - trampilla.
- ventana - ventanilla.
- pesada - pesadilla.
- tira - tirita.
- bomba - bombilla.
- INFIERNO - INFIERNILLO!!

(cualquier contribución es bienvenida)
:)

miércoles, 25 de febrero de 2009

"Al parecer huir es poco glorioso. Lástima, porque es muy agradable. La huida proporciona la más formidable sensación de libertad que se pueda experimentar. Te sientes más libre huyendo que si no tienes nada de lo que huir."


Amélie Nothomb. Ni de Eva ni de Adán.

lunes, 23 de febrero de 2009

Ocho señales

Prohibido guardar deseos en el bolsillo.
Prohibido clavar mariposas en el corcho.
Se permite tararear en clase, en la oficina, en la iglesia.
Se permite patalear cuando no guste la función.
Prohibido contar estrellas mirando al techo de tu casa.
Prohibido hacer caso a los que leen las líneas de la mano.
Se permite cambiar los sentimientos a diario.
Se permite desear, acariciar, desaparecer.

(de Infinitivo) Juan de Dios García

lunes, 16 de febrero de 2009

Vonnegut

Saqué este libro de la biblioteca pese a su portada espantosa.




Tuve que cubrirla.




Pero la portada no le hace justicia al interior.
Así comienza:

"A los aún no nacidos, a todas las inocentes partículas de la inmensidad amorfa: mucho cuidado con la vida. Yo pillé la vida, la contraje. Yo era una partícula de la inmensidad amorfa cuando, de pronto, se me abrió una mirilla
y me entraron la luz y los sonidos. Unas voces empezaron a describirme a mí y a mi entorno.
Nada de lo que decían admitía réplica. Decían que yo era un niño llamado Rudolph Waltz y punto. Decían que era el año 1932 y punto. Decían que estaba en Midland, Ohio y punto.
No paraban de hablar. Año tras año iban acumulando detalles y más detalles. Y así siguen. ¿Sabéis que dicen ahora?. Que estamos en 1982 y que tengo cincuenta años.
Bla, bla, bla."

El francotirador, Kurt Vonnegut


Vonnegut es un escritor delirante, sarcástico y lúcido. Crea adicción.

Su feliz descubrimiento se lo debo a Netalga (te debo una, compañera).

sábado, 14 de febrero de 2009

Manifiesto de la Sociedad de Observación de Nubes

Creemos que las nubes reciben un trato injusto y que la vida sería infinitamente pobre sin ellas.

Pensamos que las nubes son la poesía de la naturaleza y el más igualitario de sus despliegues, ya que todo el mundo cuenta con una estupenda vista de ellas.

Nos comprometemos a luchar contra la obsesión por los cielos azules allí donde la encontremos. La vida sería muy aburrida si día tras día tuviésemos que alzar los ojos hacia una monotonía sin nubes.

Pretendemos recordarle a la gente que las nubes son expresiones de los cambios de humor de la atmósfera y que pueden interpretarse como las del rostro de una persona.

Creemos que las nubes son para soñadores y que su contemplación beneficia el alma. De hecho, los que piensen en las formas que ven en ellas se ahorrarán las facturas del psicoanalista.

Así pues, declaramos ante todo aquel que quiera escuchar:

Alza la vista, maravíllate ante su efímera belleza y vive la vida con la cabeza en las nubes.

Guía del Observador de Nubes, Gavin Pretor-Pinney (fundador de la Cloud Appreciation Society).


Me adhiero a este manifiesto. Hoy hace un día de monótono cielo azul, solo unos tímidos cirros.
Qué aburrido.

martes, 10 de febrero de 2009

La enfermedad de Cupido

Natasha K., una mujer inteligente de noventa años, acudió recientemente a nuestra clínica. Explicó que poco después de cumplir los ochenta y ocho advirtió «un cambio». ¿Qué clase de cambio?, le preguntamos.

–¡Delicioso! –exclamó–. Era muy agradable. Me sentía con mucha más energía, más viva... me sentía joven otra vez. Empezaron a interesarme los hombres jóvenes. Empecé a sentirme, digamos, «retozona»... sí, retozona.

–¿Y eso era un problema?

–No, al principio no. Me sentía bien, extremadamente bien... ¿por qué iba a pensar yo que pudiese haber problemas?

–¿Y después?

–Mis amistades empezaron a preocuparse. Al principio decían: «Estás radiante... ¡Parece que has rejuvenecido!», pero luego empezaron a pensar que aquello no era del todo... razonable. «Tú eras siempre tan tímida», «y ahora eres una frívola: Andas siempre riéndote, cuentas chistes... ¿tú crees que está bien eso a tu edad?».

–¿Y cómo se sentía usted?

–Yo estaba desconcertada. Me había dejado llevar, y no se me había ocurrido poner en entredicho lo que estaba pasando. Pero entonces lo hice. Me dije: «Natasha, tienes ochenta y nueve, esto ya dura un año. Siempre fuiste tan moderada en tus sentimientos... ¡y ahora esta extravagancia! Eres una mujer vieja, casi al final de la vida. ¿Qué podría justificar una euforia repentina como ésta?». Y en cuanto pensé en euforia, las cosas adquirieron un nuevo aspecto... «Estás enferma, querida», me dije. «¡Te sientes demasiado bien, tienes que estar mala!»

–¿Mala? ¿Emotivamente? ¿Mala mentalmente?

–No, emotivamente no... mala físicamente. Era algo de mi cuerpo, de mi cerebro, lo que me ponía tan eufórica. Y entonces pensé... ¡maldita sea, esto es la enfermedad de Cupido!

–¿La enfermedad de Cupido? –repetí, sin comprender. Era la primera vez que oía aquello.

–Sí, la enfermedad de Cupido... la sífilis, comprende. Es que yo estuve en un burdel en Salónica, hace casi setenta años. Cogí la sífilis... muchas de las chicas la tenían... le llamábamos la enfermedad de Cupido. Mi marido me salvó, me sacó de allí, hizo que me la trataran. Eso fue muchos años antes de la penicilina, claro. ¿No es posible que haya seguido conmigo durante todos estos años?

Puede haber un inmenso período de latencia entre la infección primaria y la aparición de neurosífilis, sobre todo si la infección primaria ha sido contenida, no erradicada. Yo tuve un paciente, tratado con Salvarsán por el propio Ehrlich, que manifestó tabes dorsalis (una forma de neurosífilis) más de cincuenta años después.
Pero yo no me había encontrado nunca con un intervalo de setenta años... ni con un autodiagnóstico de sífilis cerebral expuesto con aquella tranquilidad y claridad.

–Es una sugerencia sorprendente –contesté después de pensármelo un poco–. Nunca se me habría ocurrido... pero quizás tenga usted razón.

Tenía razón; el fluido espinal dio positivo, tenía neurosífilis, eran realmente las espiroquetas las que estimulaban su córtex cerebral antiguo. Se planteó entonces la cuestión del tratamiento. Pero surgía aquí otro dilema, que planteó, con su agudeza característica, la propia señora K. –No sé si quiero curarlo –dijo–. Ya sé que es una enfermedad, pero me ha hecho sentirme bien. He disfrutado de ella, aún sigo disfrutando, no voy a negarlo. Hacía veinte años que no me sentía tan viva, tan animada. Ha sido divertido. Pero sé muy bien cuando una cosa buena va demasiado lejos, y deja de ser buena. He tenido ideas, he tenido impulsos, no le contaré, que son... bueno, embarazosos y estúpidos. Era como estar un poco ida, un poco achispada, al principio, pero si la cosa va más lejos...
Remedó a un demente espasmódico y babeante. Luego continuó:

–Pensé que lo que tenía era la enfermedad de Cupido, por eso acudí a ustedes. No quiero que la cosa se ponga peor, eso sería horroroso; pero no quiero que me cure... eso sería igual de malo. Hasta que me asaltó esto yo no me sentía plenamente viva. ¿Cree usted que podría mantenerla exactamente como está?

Lo pensamos un rato y nuestra vía de actuación, afortunadamente, estaba clara. Le hemos administrado penicilina, que ha matado las espiroquetas, pero que nada puede hacer para eliminar los cambios cerebrales, las desinhibiciones, que las espiroquetas han causado.

Y ahora la señora K. tiene ambas cosas, disfruta de una desinhibición suave, una liberación del pensamiento y el impulso, sin nada que amenace su control de sí misma y sin el peligro de una mayor lesión del córtex. Alberga la esperanza de vivir, reanimada así, rejuvenecida, hasta los cien.

–Es curioso –me dice–. Ha conseguido usted jugársela a Cupido.


Oliver Sacks, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero.



Todo lo que escribe Oliver Sacks es fas-ci-nan-te...

martes, 3 de febrero de 2009

La senda desvelada



Solo la nieve hizo visible la esquiva senda que no conseguía fotografiar.

viernes, 23 de enero de 2009

"Sin embargo la niebla persistía en su mente y lo que le irritaba era tener que pensar en algo que no le gustaba, tener que disciplinar las ideas hacia una única meta en vez de dejarlas vagar libres y saltarinas por el espacio gratuito de la imaginación."

José Avello.
Jugadores de billar.

viernes, 16 de enero de 2009

pequeños placeres

abrir un tronco de un solo y preciso golpe de hacha,
entrar en calor después del frío,
observar dos avefrías en el río,
que salte la liebre y verla correr,
leer el poema que hubiera escrito,
beber te,


que todo deje de importar.

lunes, 12 de enero de 2009

A nadie

Que cosa es el amor,
medio pariente del dolor,
que a ti y a mí no nos tocó,
que no ha sabido, ni ha querido, ni ha podido
por eso no estás conmigo...

Porque no nos conocemos y tampoco nos queremos,
porque nunca te he mirado ni despiertas a mi lado,
porque no sé si te gustan como a mí las milanesas,
porque no sé dónde vives, ni con qué las aderezas,
porque puede que te falte entusiasmo antagonista,
porque puede que te sobre moralina y seas panista.

Ay, que cosa es el amor,
medio pariente del dolor,
que a ti y a mí no nos tocó,
que no ha sabido, ni ha querido, ni ha podido
por eso no estás conmigo...

Porque no nos conocimos y en el tiempo que perdimos
cada quien vivió su parte, pero cada quien aparte,
porque no puede apagarse lo que nuca se ha encendido,
porque no puede ser sano lo que nunca se ha podrido...

Porque nunca entenderías mis cansancios, mis manías,
porque a ti te dió lo mismo que cayera en el abismo,
este amor que despreciaste porque nunca me buscaste,
donde yo no hubiera estado, ni me hubiera enamorado...

Que cosa es el amor,
medio pariente del dolor,
que a ti y a mí no nos tocó,
que no ha sabido, ni ha querido, ni ha podido
por eso no estás conmigo,
por eso... no estoy contigo.

Liliana Felipe

(gracias Itoiza ;-P)

sábado, 10 de enero de 2009

domingo, 4 de enero de 2009

"Y las dos hermosas criaturas demoníacas rondaban y caminaban sin cesar, buscando en la base de su jaula, entre cuyos barrotes pasaba exactamente una garra asesina -siempre un brinco fuera de su alcance un casi invisibles gorrión se alejaba picoteando sobre el polvo- buscando con eterna voracidad y al mismo tiempo buscando con desesperación algún modo de escapar, cruzándose una y otra vez, rítmicamente, como verdaderos condenados y bajo un hechizo compulsivo."

Malcolm Lowry, El más valiente de los barcos.

jueves, 1 de enero de 2009

1 de enero de 2009


Lo único que podía hacer con el calendario del 2008 era quemarlo.