viernes, 26 de diciembre de 2008

Un puñado de paja

En el mercado de frutas y verduras de los sábados hay una zona donde se ponen los que llevan mercancías mínimas para vender: dos conejos, tres gallos, huevos, dos palomas en una jaula...

Casi todos son gente mayor que espera de pie, con infinita paciencia, la llegada de los compradores.

Entre ellos había una mujer muy mayor, con abrigo y chal, que vendía huevos.
Solo una cesta de mimbre, el asa reparada con alambre, que contenía una docena de huevos. De la paja que los protegía había sacado un puñado que, extendido sobre el suelo que pisaba, parecía que la aislaba del frío.


Una docena de huevos, un puñado de paja y mucho frío.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Al volante del Chevrolet...

Al volante del Chevrolet, por la carretera de Sintra,
al claro de luna y al sueño, por la carretera desierta,
conduzco solo, conduzco casi divagando, y un poco
me parece, o trato de que me parezca,
que voy por otra carretera, por otro sueño, por otro mundo,
que sigo sin haber dejado atrás Lisboa, o Sintra a la que llegar,
pero allá sigo yendo: ¿Que otra cosa puede hacer alguien que solo sabe proseguir?

Voy a pasar la noche a Sintra por no poder pasarla en Lisboa,
pero, cuando llegue a Sintra, lamentaré no haberme quedado en Lisboa.
Siempre esta inquietud sin propósito, sin nexo, sin consecuencia,
siempre, siempre, siempre
esta angustia excesiva del espíritu por nada,
en la carretera de Sintra, o en la carretera del sueño, o en la carretera de la vida...

Maleable a mis movimientos subconscientes en el volante,
me obedece el auto que me prestaron.
Sonrío del símbolo al pensarlo y girar a la derecha.
! En cuántas cosas que me prestaron sigo al mundo !
! Cuántas cosas que me prestaron conduzco como mías !
! Cuánto de lo que me prestaron -ay de mí- soy yo mismo!

A la izquierda una casucha - sí, una casucha - al borde de la carretera.
A la derecha el campo abierto, como la luna a lo lejos.
El automóvil, que parecía hace poco darme libertad,
ahora es una cosa donde estoy encerrado,
algo que solo puedo conducir por estar encerrado en él,
y que solo domino sí me incluyo en él, sí él me incluye.

A la izquierda, allá atrás, la casucha modesta, más que modesta.
La vida allí debe ser feliz, sólo porque no es la mía.
Si alguien me vio desde la ventana de esa casucha, soñará: aquél sí qué es feliz.
Quizá para el chico que espiaba desde los cristales del altillo
quedé (con este automóvil prestado), como un sueño, un hada real.
Quizá para la muchacha que miró, al escuchar el motor, por la ventana de la cocina
yo posea algo del príncipe que tiene todo corazón de muchacha,
y me mirará de reojo, por los cristales, hasta que desaparezca en una curva.

¿Dejaré sueños detrás de mí, o es el automóvil el que los deja?
¿Yo, conductor de automóviles prestados, o el automóvil prestado que conduzco?

En la carretera de Sintra, a la luz de la luna, en la tristeza, ante los campos y la noche,
conduciendo desconsoladamente un Chevrolet prestado,
me pierdo en la carretera futura, desaparezco en la distancia que alcanzo,
y, en un deseo terrible, súbito, violento, inconcebible
acelero...

Pero mi corazón se quedó en ese terraplén que esquivé, al verlo sin verlo,
a la puerta de la casucha,
mi corazón vacío,
mi corazón insatisfecho,
mi corazón más humano que yo, mas exacto que la vida.


En la carretera de Sintra, cerca de la medianoche, a la luz de la luna, al volante,
en la carretera de Sintra, ¡qué cansancio de mí propia imaginación!,
en la carretera de Sintra, cada vez más cerca de Sintra,
en la carretera de Sintra, cada vez menos cerca de mí ...

Fernando Pessoa (Alvaro de Campos)

sábado, 20 de diciembre de 2008

de Los autonautas de la cosmopista

... sin contar que además nos acostamos desnudos como corresponde (¿todavía habrá gente que duerma en piyama en este mundo? las películas yanquis lo dejan sospechar, pero suponemos que forma parte de las frustraciones de ese pobre país)...

viernes, 19 de diciembre de 2008

cotidiano

vuelvo a casa, de noche, después de espalar para sacar la furgo del hielo.
no me gusta el hielo, estoy harta de espalar (que me perdone Shackleton).
¡rayos y centellas!

me hago un cocoa caliente, me como una galleta normal, ya no hay galletas de jengibre en el mercado(na), solo en IKEA.
¡rayos y centellas!

Ras tiene ganas de jugar.
se aburre... yo también.
jugamos un rato.
le tiro la pelota, le tiro la cuerda de nudos.
me canso, ella no.
¡rayos y centellas!

me bebo el cocoa.

me voy a dormir.


fin.

jueves, 4 de diciembre de 2008

La piedra en el río

Hace un mes, aproximadamente, me levante con la estrafalaria idea de ir a pintar una piedra al río.
La pinté con carbón arrastrado y acuarela carmín.



He ido pasando para ver como el agua la cubría.



Hoy ya solo quedan rastros del color.

Ha sucedido lo esperable.



No hay que inferir nada de ello.
Pero he disfrutado pintándola y viendo el proceso.

Ayer leía un libro (Oro, Dan Rodhes) en el que la protagonista también pinta una piedra.
Coincidencias.

lunes, 24 de noviembre de 2008

escucho...

escucho, distraídamente, las noticias mientras ceno.

el jefe religioso pronuncia palabras de olvido y perdón, ja.

reproduzco sus palabras imitando su tono blando y afectado.

y, de pronto, los recuerdos se precipitan sobre mi.
recuerdo tus imitaciones perfectas de cualquier habla, de cualquier acento.
te imagino imitándole.


¿durante cuánto tiempo voy a echarte de menos?.



probablemente, más tiempo que el que te eché de más.

viernes, 21 de noviembre de 2008

De mirlos acuáticos y la vida

Ha caído una buena helada.
En el río un mirlo acuático está posado en medio de la corriente.
Veo como se sumerge y bucea, como emerge su cabeza entre las ondas.

Me pregunto (igual que Holden Caulfield de los patos de Central Park) cómo no se congela.


Toso.
Bebo te.


Me siento atrapada.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

casual

24 de enero despejado

Al caer el velo de la noche,
me arreglo cuidadosamente, me pongo lápiz de labios,
corrijo el gesto, mientras espero tranquilamente
que llegue la soledad.

Jimmi Liao, Hermosa soledad



Arponera citaba este libro en un post.
Hoy, sorprendentemente, lo encontré en la biblioteca.
Me alegró.


sábado, 15 de noviembre de 2008

Fabuloso desastre

Fabuloso desastre me adjetivo;
me conozco me topo me desvelo
yo ya no tengo pelos en la lengua
ni gatos en la tripa ni remedio.

Gloria Fuertes, Sola en la sala

domingo, 9 de noviembre de 2008

El tritón


He encontrado un tritón jaspeado, en medio de la calle, cuando iba hacía el río.
Tenía la cabeza aplastada por uno de los lados pero aún estaba vivo.
Se movía con mucha lentitud.

Lo he cogido con cuidado y lo he llevado en la mano un rato, dándole un poco de calor.

He buscado un trozo suelto de corteza y le he hecho un pequeño refugio en un rincón apartado.

Mucho no se puede hacer por un tritón agonizante.


Solo dejarle morir en paz.

sábado, 1 de noviembre de 2008

...

"No miré más, y me fui a llorar con la cara envuelta en una cortina morada que había en mi casa, que era la cortina donde lloraba siempre."

Alfanhuí, Rafael Sánchez Ferlosio

miércoles, 29 de octubre de 2008

A veces, en octubre, es lo que pasa...

Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;

cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;

entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:

esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.

Angel Gonzalez

Un regalo para Bínsent

martes, 28 de octubre de 2008

Viento

Hace viento, mucho.

Me he llevado la cometa al salir de paseo.
Pero no era el sitio adecuado, no conseguía elevarla, los árboles me lo impedían.

Ya de vuelta a casa he pensado que era un crimen desperdiciar ese viento.

Y, haciendo caso omiso de mis obligaciones, he cogido de nuevo la cometa y me he ido, esta vez sí, al sitio adecuado.


Media hora de viento huracanado y un frío de los demonios.

Puro, puro placer.

Gerda Taro



Saqué este libro, de Jordi Sierra i Fabra, de la biblio, me llamó la atención la foto de la portada.

La foto es de Robert Capa, la fecha, enero de 1939.

Si, es de Robert Capa. Gerda Taro murió en 1937.

Gerda Pooryllhe y Endre Friedman se conocieron en París. Eran dos exiliados de origen judío.
Endre era fotógrafo pero no conseguía vender muchas fotos.
Enseñó fotografía a Gerda y, también, se hicieron amantes.

Y, entonces a Gerda se le ocurrió la idea de crear una empresa.
Ella sería la secretaria, Endre el revelador y un personaje ficticio, de nombre Robert Capa, norteamericano, el fotógrafo.

La historia funcionó.
Y Endre Friedman se convirtió para siempre en Robert Capa.


Pero, durante la Guerra Civil, Endre y Gerda estuvieron en España haciendo fotos.
Hacían fotos los dos, se intercambiaban las cámaras y las vendían bajo el mismo nombre, Robert Capa.

Muchas fotos atribuidas a Endre son de Gerda.

En 1937, Gerda cansada del poco reconocimiento de sus fotos, empezó a distanciarse de Endre y a firmar sus fotos con su nombre.

No tuvo mucho tiempo, murió en julio, en la batalla de Brunete, atropellada por un tanque.

Nunca se encontraron las cámaras que llevaba.

Y es, casi, una desconocida.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Confianzas

se sienta a la mesa y escribe
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice

y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán

no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos

ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos

«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
se sienta a la mesa y escribe



Me gusta mucho este poema de Juan Gelman que he escuchado mil veces en la voz de Cecilia Roth, en un disco de Gotan Proyect.

Ironías de la vida (o justicia poética) esos miles de versos le sirvieron a Juan Gelman para ganar el Cervantes.

lunes, 20 de octubre de 2008

recurrencias

en mi sueño, de nuevo, nos abrazábamos.
aferrándonos,
con desesperación,
como dos animalitos en un bosque, de noche.



(y se que esa imagen no es mía, se que la he leído, pero ahora no se a quien pertenece.

aunque en este instante la haga mía.)

jueves, 16 de octubre de 2008

Prados

Paseamos por el camino que va hacia la ermita y el río.

Está precioso, con el agua corriendo por las acequias y los árboles otoñeando.

Entramos en mi prado, paseamos por el.
Es enorme.

Les enseño los fresnos poderosos que empiezan a ponerse amarillo limón, los cerezos rojos, los robles verde amarillo.

Caminamos hasta el prado dentro del prado donde me gustaría poner la yurta.
Las sebes son de espino albar y endrinos, hay también rosal silvestre lleno de escaramujos, avellanos, más fresnos.
Todo está lleno de colores.

Les explico donde plantaría más arboles para tapar unas casas que se ven al fondo y ver solo la montaña.

Seguimos caminando hasta el río y a la vuelta paseamos por el prado de O.

Cuando llegamos al mío, O. dice: "la verdad, me gusta más el tuyo".

No hay problema, en realidad podemos compartirlo.

El prado solo es mío en mi imaginación.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Hay

...

Hay bebidas dulces
que destrozan el día
y vinagres
que alegran la comida.

Hay torpes que se estafan
a si mismos mientras creen
que te engañan a ti.

Esclarecidos

sábado, 4 de octubre de 2008

Ritmo

Leo un poema de Idea Vilariño.


Eso

Mi cansancio
mi angustia
mi alegría
mi pavor
mi humildad
mis noches todas
mi nostalgia del año
mil novecientos treinta
mi sentido común
mi rebeldía.

Mi desdén
mi crueldad y mi congoja
mi abandono
mi llanto
mi agonía
mi herencia irrenunciable y dolorosa
mi sufrimiento
en fin
mi pobre vida.

Lo releo en voz alta y me dejo mecer por su ritmo.


Y de pronto recuerdo algo que leí en el libro "De los archivos literarios de la KGB".

La poeta y etnógrafa Nina Hagen-Thorn, recluida en los campos de concentración de Kolimá, resiste: "El que posee el ritmo se siente libre... ¡No podrán conmigo!".

Y, recluida en una celda de castigo en la que escaseaba el oxígeno para sofocar al preso, escapa con su imaginación: "sin embargo era posible resistir sin perder el conocimiento: sumergirse en imágenes que generasen sensaciones claras y fuertes de grandes espacios, y transformar estas en ritmo poético".

Recita poemas a las presas y resiste:
"Nos leía poemas, suyos y de otros, y nos contaba sus viajes. Y lográbamos olvidar nuestro amargo destino por unos instantes. Nina trabajaba en el campo como "caballo". se enganchaba a una carreta con otras mujeres y transportaba el tonel de agua y leña para la cantina y el hospital. Era un trabajo duro y las mujeres eran además mayores; pero Nina no se desanimaba. Decía: "El caballo es un animal noble. Es bueno ser caballo".

(Nina Hagen-Thorn escribió unas memorias pero, desgraciadamente, no están traducidas).


El extraño poder salvador de la poesía...

lunes, 29 de septiembre de 2008

27 de septiembre

El año pasado, por estas fechas, le llevé moras cuando bajé a verla.
400 km con un puñado de moras en el bolsillo para que pudiera comerlas, ella ya no podía ir a buscarlas.

No le gustaba vivir en la ciudad, donde no se pueden ver las estrellas, ni la luna, ni hay bosques y las tormentas no tienen ni la mitad de gracia.

Le hubiera gustado vivir en el campo y tener muchos gatos, y desayunar al sol y ver atardecer sobre el horizonte.


Y no ha podido ver los árboles rojos de este otoño que empieza.


Para Pepa, mi madre, in memoriam.
Que la tierra le sea leve.

Y enciendo una lamparilla de aceite, como ella hacía los 1 de noviembre.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Aunque la corneja

Aunque la corneja lleva ya horas
atropellada en la carretera
completamente aplastada


porque el automovilista no se molestó en desviarse
sino que más bien apuntó hacia ella

el viento sin embargo no
ha abandonado completamente la esperanza,

acaricia delicadamente el cuello de la corneja
o lo que había sido su cuello
(las plumitas ondean levemente)
y dice con voz suave y sugerente:

¡Anda, levántate!

Lars Hulden

sábado, 20 de septiembre de 2008

Regalo para un desconocido

El jueves recibí un comentario a un post de hace unos meses.

En el se me pedía encarecidamente (por favor por favor por favor) que publicara el poema completo de Paul Klee al que yo hacía referencia.

Esta mañana fui a la biblio dispuesta a buscarlo.

Y no solo encontré una versión, si no dos.

Una aparece en los Diarios (en prosa), y otra, en un pequeño libro de Poemas de Paul Klee de Ediciones de la Rosa Cúbica.


Creo que lo leí en un libro de Salinger: tener un carnet de biblioteca es como tener un pasaporte diplomático.





"Dos son las montañas
luminosas y claras,

la montaña de los animales y
la montaña de los dioses.

Pero entre ellas yace el
valle en penumbra de los hombres.


Si alguna vez mira uno hacía arriba,
lo sobrecoge, vislumbradora,
una nostalgia inextinguible,
a él, que sabe que no sabe,
de quienes no saben que no saben,
y de quienes saben que saben".



"Dos montañas hay en que domina la luz, la montaña de los animales y la montaña de los dioses. En medio se encuentra el valle en penumbra de los seres humanos. Cuando alguno mira una vez hacia arriba, lo arrebata como presentimiento una nostalgia irresistible, a él que sabe que no sabe, por los que no saben que no saben y por los que saben que saben".

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Explicaciones

"-Hay un problema- le contesté-. Resulta que mañana pienso salir en busca del carnero. Le he dado muchas vueltas al asunto, pero, a fin de cuentas me he decidido. Ahora bien, ya que lo voy a hacer, quiero hacerlo a mi aire. Cuando se trata de charlar, deseo hacerlo a mi modo. Aún tengo derecho a hablar por hablar, si me viene en gana. No tolero que vigilen todo lo que hago, ni verme acosado por personas cuyo nombre desconozco. Eso es lo que quería decirle.

-No entiendes cuál es tu posición.

-Tampoco usted lo entiende. ¿Está claro?. He estado rumiando el tema toda la noche. Y me he dado cuenta de esto: casi no me queda nada que perder. Estoy separado de mi mujer; y en cuanto a mi trabajo, pienso dejarlo a partir de hoy. Mi apartamento es alquilado, y en su mobiliario no hay nada que valga la pena. Puestos a hablar de mis bienes, tengo unos dos millones de yenes en ahorros, un coche de segunda mano y un viejo gato. Mis trajes están pasados de moda, y los discos que tengo son puras antiguallas. Mi nombre no suena para nada, ni pinto nada en círculos sociales, ni tengo el menor atractivo sexual. Ni soy un genio, y ya ni siquiera puedo decir que soy joven. Siempre estoy explicando sandeces, de las que luego me suelo arrepentir. En suma, que, por una expresión suya soy un mediocre. Esto supuesto, ¿qué me queda por perder?. Si hay algo, le agradecería que me lo dijera."

Haruki Murakami, La caza del carnero salvaje.

martes, 2 de septiembre de 2008

Raros momentos


Los momentos en los que la noche, la carretera, la música, el motor y yo somos la misma cosa.

Y fluimos.

jueves, 28 de agosto de 2008

Sombras

Llevo días intentando capturar la sombra del zapatero de agua (Gerris lacustris).
Consigo alguna.




Pero la que más me gusta es la única en la que no aparece la sombra que busco.
Solo una foto ligeramente desenfocada.




A veces, en los errores están los aciertos.

lunes, 25 de agosto de 2008

De "Los treinta y tres momentos felices de Chin"

Cortar con un cuchillo afilado una brillante sandía verde sobre una gran fuente escarlata, una tarde de verano. ¡Ah! ¿No es eso felicidad?.



(Saber que van a publicar un nuevo libro de Haruki Murakami.
¡Ah! ¿No es eso felicidad?.

de Los treinta y tres momentos felices de Shichimi).

sábado, 16 de agosto de 2008

La fragilitat dels peixos

Poesia en el temp de ningei


Guarda sirena els teus petons per els núvols
i intenta sentir,
lliure com l'aire que no respires,
la fragilitat dels peixos.

Poser no sàpigues
que hi va el teu destí.



LA FRAGILIDAD DE LOS PECES
Poesía en el tiempo de nadie


Guarda sirena tus besos para las nubes
e intenta sentir,
libre como el aire que no respiras,
la fragilidad de los peces.

Quizá no sepas
que ahí va tu destino.



Este hermoso poema es de Martí Maspoch.
Fue un regalo que me hizo mi amiga María y la traducción también es suya.
Los errores que pueda haber en catalán son míos.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Reflexiones

Sabes que alguien ha salido definitivamente de tu vida cuando puedes borrar, sin remordimientos, todos sus mensajes de tu móvil.

Y sin pestañear.

martes, 5 de agosto de 2008

Cortazariana

Por escrito gallina una

Con lo que pasa es nosotras exaltante. Rápidamente del posesionadas mundo estamos hurra. Era un inofensivo aparentemente cohete lanzado Cañaveral americanos Cabo por los desde. Razones se desconocidas por órbita de la desvió, y probablemente algo al rozar invisible la tierra devolvió a. Cresta nos cayó en la paf, y mutación golpe entramos de. Rápidamente la multiplicar aprendiendo de tabla estamos, dotadas muy literatura para la somos de historia, química menos un poco, desastre hasta ahora deportes, no importa pero: de será gallinas cosmos el, carajo qué.


de La vuelta al día en ochenta mundos

lunes, 4 de agosto de 2008

Encontrando sin buscar



Buscaba otras fotos del año pasado y encontré esta.

Significativo...

sábado, 2 de agosto de 2008

Sobre el riego del jardín

¡Oh el riego del jardín para alegrar el verde!
¡Dar agua a los árboles sedientos! Repártela con creces y
no olvides los arbustos, ni siquiera
a los que no dan bayas, exhaustos
y codiciosos! Y no pierdas de vista
en medio de las flores, las malas hierbas, que también
tienen sed. No mojes sólo
el césped lozano o solo el agostado:
también a la tierra desnuda dale tu frescor.

Bertolt Brecht

jueves, 31 de julio de 2008

En ningún lugar, en parte alguna.

Casi seis meses, ya.

Te he echado tanto de menos.

Muchas noches te sueño, me abrazas, te abrazo.
Y, tan triste al despertar.

Ya nunca.

Para T. en ningún lugar, en parte alguna.

domingo, 20 de julio de 2008

de Los treinta y tres momentos felices de Chin

Es un día caluroso de junio, cuando el sol pende quieto del cielo y no hay un hálito de viento o de aire, ni una traza de nubes; el patio y el jardín son como hornos, y ni un pájaro osa volar.
El sudor corre por todo mi cuerpo en arroyitos.
Ante mí está la comida del mediodía, pero no la puedo tomar, por el calor.
Pido una estera para estirarla en el suelo y tenderme, pero la estera está empapada de humedad y las moscas vuelan como en un enjambre y se me posan en la nariz y no quieren irse.
En este momento, cuando me siento tan completamente desventurado, hay un trueno repentino, y grandes masas de nubes negras tapan el cielo y se acercan majestuosamente como un gran ejército que marcha a la batalla.
Comienza a caer el agua de la lluvia como cataratas de los aleros.
Cesa el sudor.
Desaparece la pegajosidad del suelo.
Todas la moscas se marchan para esconderse, y puedo comer mi arroz.

¡Ah! ¿No es esto felicidad?

Chin Shengt'an

de la dinastía Tang

(...)

Cuando viene el hambre abre la boca,
cierra los ojos cuando viene el sueño.

Po Chu Yi

jueves, 10 de julio de 2008

Paulme Bordeaux




Vende sus pequeños cuadros los fines de semana en St Sulpice.

Vive en Rouen y viaja en tren hasta París.
Duerme en casa de su prima.
Parece feliz (o me engaño).

Sus cuadros representan gallinas, pollitos, petirrojos, carboneros, niños en la playa.
Cuestan entre cinco y quince euros.

La veo y me enternece.

Compro un pequeño petirrojo.

Pero yo, últimamente, no soy imparcial.
Demasiada sensibilidad exacerbada.


Me doy miedo.

lunes, 23 de junio de 2008

De frases rotundas

Encuentro una frase que anoté hace tiempo.

Creo que es de una película mongola, quizá de "La historia del camello que llora".

La dice una anciana que está sentada en su yurta.

Entra su hijo y le pregunta: "¿cómo está madre?".
A lo que ella responde, con absoluta normalidad:

"bien hijo, asistiendo perpleja a la existencia un día más".


Tuve que apuntarla.

Quizá debería soltarla, imperturbable, cuando me pregunten cómo estoy.

domingo, 22 de junio de 2008

El año sin verano

El año 1816 fue llamado el año sin verano.

El 11 de abril de 1815 se produjo la explosión del volcán Tambora, en Indonesia, el mayor cataclismo volcánico de los últimos 10.000 años.

Hubo más de cien mil muertos.

Se calcula que el volcán envió a la atmósfera unos ciento cincuenta millones de toneladas de polvo.
Pasó de medir más de cuatro mil metros a solo dos mil ochocientos.

Las toneladas de polvo en la atmósfera redujeron la radiación solar y hubo nevadas y heladas en el hemisferio norte durante el verano de 1816. Y hambre, las cosechas se helaron. Y migraciones en masa por efecto del hambre.

El año sin verano.


Pero esta explosión produjo otros efectos.

Percy Shelley, Lord Byron, John William Polidori y Mary Godwin veraneaban (es un decir) en Suiza, en Villa Diodati, su residencia suiza en las orillas del Lago Lemán.

El tiempo era tan malo (lluvias, heladas y tormentas), que se pasaron mucho tiempo encerrados al calor de la chimenea.
Allí, en una apuesta, escribió Mary Godwin (después Shelley) "Frankenstein o El moderno Prometeo".

Y, otro efecto, Turner pintó los extraños atardeceres que la luz del sol producía al atravesar los millones de partículas que el volcán Tambora lanzó a la atmósfera.

Turner no sabía que esos atardeceres que pintaba, lunas esmeralda sobre fondos rojos, estaban producidos por la explosión lejana de un volcán en Indonesia.

Yo, hasta ahora, tampoco.

Fascinante.

sábado, 14 de junio de 2008

La vida, ese desconcierto...

El 21 de marzo de 2005 compré El País.

Una esquela llamó mi atención y la recorté.





Casualmente, el 21 de marzo de 2006 volví a comprar El País.

Y la volví a encontrar.



El 21 de marzo de 2007 comprar El País ya no fue casual.

Y allí estaba.



El 21 de marzo de 2008 yo estaba en Francia pero encargué que me compraran
El País.
Y, de nuevo, la esquela.



Fascinante.

viernes, 6 de junio de 2008

Libros



Saqué este libro de la biblioteca solo por la foto de la portada (El ojo prestado, Antonio Tabernero).

Pero el interior también merece la pena.


VEINTICINCO

Mi padre es un médico sin trabajo.
Mi madre es una bailarina que no puede bailar.
A mi padre le falta una pierna.
A mi madre le falta un brazo.
A mí me falta un tornillo.
Yo quiero ser un hombre fuerte.
Yo quiero vivir siempre con Ana.
Ana a veces me cuenta cosas de los países en los que ha estado
porque su madre es diplomática.
Ana ha estado en los cinco continentes.
Ana dice que el país que más le gusta es Hans.
Ana dice que ése es el país más dulce que jamás haya probado.
Ana dice que Hans es el país más bueno que jamás haya conocido.
Ana dice que va a construir una casa en Hans porque no quiere
moverse nunca de allí.
Dice que la casa tendrá habitaciones luminosas como las de una casa
que vio un día en un país de Africa.
Dice que la casa tendrá techos altos como los de una casa que vio en un país de América.
Dice que tendrá un jardín como el que vio un día en un país de Asia.
Dice que la casa será cómoda como la que vio un día en un país de Oceanía.
Dice que la casa será sencilla como la que vio un día en un país de Europa.
Cuando me dice todo eso Hans es tan feliz que podría
morirse ahí mismo.
Ay, si me faltara Ana.
Y sus mentiras.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Oráculos

"Pero hay siempre sol cuando el sol brilla y noche cuando la noche llega. Hay siempre la amargura cuando la amargura nos duele y sueño cuando el sueño nos arrulla. Hay siempre lo que hay, y nunca lo que debería haber, no por ser mejor o por ser peor, sino por ser otro. Hay siempre..."


De "El libro del desasosiego", Fernando Pessoa.

viernes, 16 de mayo de 2008

Retorno

A mi vuelta
ya había nísperos,
volaban los vencejos y cantaba la oropéndola.

El patio es una selva,
y una golondrina dormía en la habitación de invitados (me ha dado pena cerrar la ventana, ¿dónde dormirá ahora?).


Y muy pocas ganas de volver.

viernes, 25 de abril de 2008

Viajes

Me despierto aún de noche.
No se qué hora es.

Me desvelo.

Oigo un extraño ruido que no conozco, algo así como un silbido gorjeante.
También lo oyen los perros del pueblo, todos empiezan a ladrar.
No imagino que puede ser, ¿insectos, aves?.

Luego me duermo y me duermo más de lo debido.

Se me hace tarde para el viaje que emprendo.

Recuerdo el verso de Pessoa:
"El frío especial de las mañanas de viaje".


Me voy.

miércoles, 23 de abril de 2008

101

Esta es la entrada 101 de este blog.
Me gustan los capicúas.

Y un poema de Idea Vilariño, poeta que he descubierto hace muy poco y que cada vez me gusta más.
No es que sea muy alegre pero se acomoda bien a mi ánimo.

Uno siempre está solo
pero
a veces
está más solo.

miércoles, 16 de abril de 2008

Viento, cometas y milpiés

Viento, viento y lluvia.


Siempre que hay viento pienso en las cometas y en mi abandonada pasión por ellas.
Cuánto me gustaba volarlas.
Giros, giros y barrenas.
Puro placer.

Después de un día de vuelos, en el momento de dormir, seguía sintiendo la fuerza del viento en mis brazos.

En mi largo viaje me las llevaré.
Y volveré a volarlas.


(Al cabo de los meses los milpiés han vuelto, solo que yo no estaba pendiente y hoy se han ahogado dos.
Siento pena.

No tengo remedio.)

martes, 8 de abril de 2008

Huyendo

Bajo el puerto de Pajares.

Un Golf negro viene detrás de mi, me persigue.

Si fuera subiendo no tendría ninguna oportunidad pero bajando quizá.

Apuro las frenadas, me ciño al trazado, reduzco en las curvas para tener potencia en la salida, voy ganando metros, no puede alcanzarme.
Llego con bastante ventaja a la autopista, el Golf TDI negro es un punto lejano en el retrovisor.

Al cabo de un rato me pasa, uf!.


El no sabía que me perseguía.
Tampoco que corre sangre de loba en mis venas.

sábado, 5 de abril de 2008

Wari

Al principio de conocernos jugábamos al wari constantemente.
Lo dibujábamos en un papel o en un cartón y buscábamos piedritas que hicieran de semillas.
Muchas veces al sol, mientras bebíamos cañas delante del bar de Amparo.

Después le regalé uno de madera y seguimos jugando.
Casi siempre me ganaba ella pero yo no caía en la desesperación.

Luego dejamos de jugar, casi me cuesta recordar las reglas.

Esta mañana encontré ese wari de madera detrás de unos libros.

Se me ha hecho un nudo en la garganta, nunca más jugaremos al wari, ella ya no está aquí.


Luego he procurado pensar en otra cosa, no es bueno empezar así el día.

sábado, 29 de marzo de 2008

Pe Cas Cor





La vida
puede
ser
una
lata.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Carreteras

Vuelvo a la carretera.
Otra vez cientos de kilómetros, o miles.

Esta vez espero huir de mi.


Tal vez lo consiga.

jueves, 13 de marzo de 2008

Tiempo

Creemos que tenemos tiempo.

Decimos, hay tiempo.
Decimos, el tiempo lo curará.
Decimos, tiene que pasar un tiempo.
Decimos, en algún momento.
Decimos, ya hablaremos y se arreglará.
Decimos, en algún momento nos veremos.
Decimos...



Fundido en negro.

martes, 11 de marzo de 2008

Decir No

Decir no
decir no
atarme al mástil
pero
deseando que el viento lo voltee
que la sirena suba y con los dientes
corte las cuerdas y me arrastre al fondo
diciendo no no no
pero siguiéndola.


Idea Vilariño



(directo al estómago...)


miércoles, 27 de febrero de 2008

20 de febrero

La noche de su muerte hubo un eclipse de luna.

Pude despedirme de su cuerpo entubado, ese cuerpo que conocía al milímetro, pero ella ya no estaba allí.

No he conocido a nadie más generoso.


No siempre supe entenderla.

Cuánto la quise,
cuánto la quiero.

Terri, in memoriam.

miércoles, 20 de febrero de 2008

reflexiones

En esta época, particularmente revuelta de mi vida, recuerdo constantemente este poema de Leonard Cohen... y me lo aplico:


PREGUNTA DE LAYTON

Siempre que le explico
lo próximo que quiero hacer
Layton me pregunta solemnemente:
Leonard, ¿estás seguro
de hacer lo incorrecto?

jueves, 14 de febrero de 2008

Animales

Ayer, al atardecer, salí a dar un paseo hasta el río.
Mi perra se volvió loca de alegría, generalmente salimos por la mañana, así que esto era un regalo.

Daba largas carreras de puro placer, olisqueaba todo, jugamos al escondite, (lo hacemos desde que era un cachorro) y su alegría siempre es infinita al encontrarme.

A veces envidio la vida básica de los animales.

Paul Klee escribió en su diario: "Dos cosas hay en las que todo es claro y luminoso: la montaña de los animales y la montaña de los dioses. Entre las dos se extiende el valle crepuscular de los hombres".

No conozco la montaña de los dioses pero me gusta vislumbrar la montaña luminosa de los animales.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Un poema

Se traiciona a la desesperación
si se pide auxilio:
Porque el que pide espera.

Se reniega de la soledad, manifestándola:
Porque lo que es expresado se comparte.

Se contradice el silencio, si se explica.
Y aún si no se explica:
Porque el silencio, si se le atiende, habla.


Ana Rossetti.

martes, 12 de febrero de 2008

De otro tiempo

Extraño y feliz momento de plenitud.
Nublado y ventoso, vuelvo a pintar con acuarela al cabo del tiempo.
Tres peras y tres ciruelas.
El placer de mezclar colores y ver, también, como se mezclan sobre el papel, como marcan su propio contorno al secarse.

Grita una rapaz y hace viento.
Lavo las últimas pinceladas erradas.

Casi, casi felicidad.

sábado, 9 de febrero de 2008

Pintadas

Cuando hice esta foto, hace dos meses, me pareció una frase muy literaria y un poco absurda, ¿qué dolor, qué nada?.

Ahora no se que pensar...

lunes, 28 de enero de 2008

Estranha forma de vida

Escucho a Aidan Bartley a todas horas.
Desayuno chapatis con guindillas y Lapsang Souchong.
Duermo, a este sol primaveral de enero, siestas, sin sueños, de las que emerjo como del fondo de un pozo.
Veo muchas películas.
Pienso y preferiría no hacerlo.
Mi futuro es incierto.

No leo.

martes, 22 de enero de 2008

Un poema (como un puñetazo)

No es inútil amarse,
finalmente.
Lo mismo que amaestrar serpientes, nos exige
técnica refinada y perder la vergüenza
de actuar frente al mundo en taparrabos.
Y unos nervios de acero.

Pero amar es oficio
saludable también: su liturgia apacigua
el ocio que enajena -como supo Catulo-
y perdió a las ciudades más felices.
Bajo la cuerda floja dispone -no pidáis
una red, porque tal no es posible- otra cuerda,
pero última
tan floja,
tan inútil a veces,
bajo la cual no hay nada.

Y entreabre
ventanas que te oreen la cólera y exhiban
a tu noche otras noches diferentes, y así
sólo el amor nos salva a fin de cuentas
del peligro peor que se conoce:
ser sólo -y nada más- nosotros mismos.

Por eso,
ahora que está ya dicho todo y tengo
un sitio en el país de la blasfemia,
ahora que este dolor de hacer palabra
con el propio dolor
traspasa los umbrales
del miedo,
necesito de tu amor como analgésico;
que vengas con tus besos de morfina a sedarme,
y rodees mi talle con tus brazos
haciendo un salvavidas, para impedir que me hunda
la plomada letal de la tristeza;
que me pongas vestidos de esperanza -ya casi
no recordaba una palabra así-,
aunque me queden grandes como a un niño
la camisa más grande de su padre;
que administres mi olvido y el don de la inconsciencia;
que me albergues de mí -mi enemigo peor
y más tenaz-, que me hagas un socaire,
aunque sea mentira
-porque todos es mentira
y la tuya es piadosa-;
que me tapes los ojos
y digas ya pasó, ya pasó, ya pasó
-aunque nada se pase, porque nada se pasa-,
ya pasó,
ya pasó,
ya pasó,
ya pasó.

Y si nada nos libra de la muerte,
al menos que el amor nos salve de la vida.

(El salvavidas, Javier Velaza)


Para A.

lunes, 21 de enero de 2008

Fui feliz

Fui feliz cuando cogí tres trenes.
Fui feliz cuando llegaba.
Fui feliz en un chino.
Fui feliz en casa de E.
Fui feliz cargando una furgo.
Fui feliz en un bar cutre.
Fui feliz buscando aparcamiento.
Fui feliz esperando en un bar.
Fui feliz cargando un nevera.
Fui feliz viendo una peli con mi actor favorito y la peli duraba tres horas.
Fui feliz desayunando.
Fui feliz al despedirnos.

Fui feliz.

jueves, 3 de enero de 2008

Post tonto

Cada vez que escucho "Un buen día " de Los Planetas
y dice :

"He estado con Erik hasta las seis
y nos hemos metido
cuatro millones de rayas.
Y no he vuelto a pensar en ti
hasta que he llegado a casa,
y ya no he podido dormir
como siempre me pasa"

no puedo dejar de pensar, alma de cántaro, más que el desamor, ¿¿¿no serán las rayas lo que te impide dormir???.

martes, 1 de enero de 2008

Contra Séneca

Otra vez las malditas menos cuarto.Otra vez
ruge Radio Pandora con su parte de paz,
rápido, ducha, frío, más rápido, café,
más café, vaya pelos, resignación untada,
este maldito invierno viene duro.

La agenda viola cruel mis párpados -llamar a Fulanito,
comprar sal, concertar cita con el dentista,
tema del día Séneca-
Hojeo mi camisa
me abrocho las Cartas a Lucilio.

Estornuda el coche. A duras penas me despierto a un guión:
Corduba, intermitente derecha, las tragedias,
calle Balmes, Caligula, epístolas, discursos,
suicidio: el ideal estoico, las pasiones
son malas, resignarse es virtud de los sabios.
Llueve.

Para explicar a Séneca estoy yo,
cuando tu te has quedado recogiendo las copas
del insomne champán y todavía te veo
despedirme en la puerta, vestida únicamente
con cuatro serpentinas, tan toda fiesta aún
que me entran unas ganas cuerdas de dar la vuelta
para contarte a ti lo que opino de cierto
de todos los ridículos sénecas de este mundo,
y pedirte que vuelvas a bajar las persianas
y a descorchar licor y a esparcirme confeti,
porque yo soy más bien del bando de Nerón,
y que si ardemos Roma ya vendrán los bomberos,
y que, muertos al fin, seremos como Séneca,
sobrios y mesurados, muy formales y quietos.
Esto te explicaría, de no ser un cobarde,
si esta calle no fuera de único sentido
-ese sentido estúpido que llaman del deber-,
eso, y no otra cosa, si ochenta y cuatro ojos
no me escrutaran ya como esperando alguna
fatal revelación: hoy quiero hablaros
de Lucio Anneo Séneca, me atuso la mentira,
filósofo admirable...


Directo al estómago.


Poema de Javier Velaza, "Los arrancados".