a veces querría ser otra, ser otro.
el chico de barba sentado al lado de la ventana en el bar de esta mañana,
la mujer que leía un libro en el metro.
incluso la adolescente que hablaba por teléfono en el vagón.
cualquiera.
pero no yo.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
lunes, 20 de diciembre de 2010
Todas las cosas imperfectas
Todas las cosas imperfectas, el diente torcido, el zapato que cala, la leche que cae, las costuras, el guante perdido, la mora que explota sola antes de tiempo, en mitad del vacío,
los adoquines sucios, las palomas sucias, los cuerpos sucios, las alambradas, las coincidencias, las aproximaciones,
la entomología, el cuerpo del hombre dentro del agua, los tendidos telefónicos, el besugo, el beige,
el metro , el centímetro, el milímetro, lo extraordinario, los decálogos, los cómputos, las colecciones inútiles, la levadura, los bultos,
los letargos, las lechugas, las tentativas, lo insoluble, la desalación del agua del mar, el grito ¡suéltame!, el desorden,
las vértebras, los versos, las berenjenas, los oculistas, las instrucciones de las lavadoras automáticas, el cuerpo de la madre,
los días, el dolor, los lunares, el amor, la confusión del amor, el embrollo del amor, la maraña, el revoltijo, lo que yo te pedía y tu me diste, el tropezón, la obsesión por lo perfecto,
todas las cosas imperfectas o la promesa de no nos separaremos nunca.
Susana Barragues, La campesina fascinada.
los adoquines sucios, las palomas sucias, los cuerpos sucios, las alambradas, las coincidencias, las aproximaciones,
la entomología, el cuerpo del hombre dentro del agua, los tendidos telefónicos, el besugo, el beige,
el metro , el centímetro, el milímetro, lo extraordinario, los decálogos, los cómputos, las colecciones inútiles, la levadura, los bultos,
los letargos, las lechugas, las tentativas, lo insoluble, la desalación del agua del mar, el grito ¡suéltame!, el desorden,
las vértebras, los versos, las berenjenas, los oculistas, las instrucciones de las lavadoras automáticas, el cuerpo de la madre,
los días, el dolor, los lunares, el amor, la confusión del amor, el embrollo del amor, la maraña, el revoltijo, lo que yo te pedía y tu me diste, el tropezón, la obsesión por lo perfecto,
todas las cosas imperfectas o la promesa de no nos separaremos nunca.
Susana Barragues, La campesina fascinada.
viernes, 17 de diciembre de 2010
me gustan los libros que me llaman solos
estaba en el carro de devoluciones de la biblio.
no me sonaba de nada, la contraportada no daba (extrañamente) muchos datos.
ignoré las alabanzas del interior, ignoré la editorial.
y me sumergí en sus seiscientas páginas.
y me dejé arrastrar.
y me arrastró.
y disfruté como hacía mucho.
y soñé con Almondine.
y boqueé.
y empecé a leer con la sensación de un peligro inminente.
y leí sin aliento.
y lloré.
y no quería que se terminara.
pero lo terminé, anoche, enfadada.
enfadada porque es tan injusto como la vida
y tan hermoso también.
no creo que olvide a Almondine.
La historia de Edgar Sawtelle, David Wroblewski.
(aconsejo no buscar información en Internet, destripan demasiados detalles que es mejor descubrir por uno mismo. si acaso esto.)
no me sonaba de nada, la contraportada no daba (extrañamente) muchos datos.
ignoré las alabanzas del interior, ignoré la editorial.
y me sumergí en sus seiscientas páginas.
y me dejé arrastrar.
y me arrastró.
y disfruté como hacía mucho.
y soñé con Almondine.
y boqueé.
y empecé a leer con la sensación de un peligro inminente.
y leí sin aliento.
y lloré.
y no quería que se terminara.
pero lo terminé, anoche, enfadada.
enfadada porque es tan injusto como la vida
y tan hermoso también.
no creo que olvide a Almondine.
La historia de Edgar Sawtelle, David Wroblewski.
(aconsejo no buscar información en Internet, destripan demasiados detalles que es mejor descubrir por uno mismo. si acaso esto.)
miércoles, 8 de diciembre de 2010
domingo, 5 de diciembre de 2010
jueves, 2 de diciembre de 2010
revistas, pizzas
martes, 30 de noviembre de 2010
casi diciembre
hago pan.
tengo dos toneladas de leña en el patio.
apenas leo, a pesar de hacer desideratas en la biblio y que las aprueben.
no escribo.
la llegada del frío y la oscuridad me sorprende,
casi ayer era verano.
sueño con cosas que no sucederán.
me releo,
quiero saber quién era yo hace un año.
ha nevado.
tengo dos toneladas de leña en el patio.
apenas leo, a pesar de hacer desideratas en la biblio y que las aprueben.
no escribo.
la llegada del frío y la oscuridad me sorprende,
casi ayer era verano.
sueño con cosas que no sucederán.
me releo,
quiero saber quién era yo hace un año.
ha nevado.
jueves, 25 de noviembre de 2010
textos que golpean
La vida no admite bromas, aunque uno sonría. Como dice Nazim Himket: “Has de vivir con toda seriedad, como una ardilla, por ejemplo; es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir, es decir, toda tu tarea se resume en una palabra: vivir (...) Sucede, por ejemplo, que estamos muy enfermos; que hemos de soportar una difícil operación, que cabe la posibilidad de que no volvamos a levantarnos de la blanca mesa. Aunque sea imposible no sentir la tristeza de partir antes de tiempo, seguiremos riendo con el último chiste, mirando por la ventana para ver si el tiempo sigue lluvioso, esperando con impaciencia las últimas noticias de prensa”. Es decir, estemos donde estemos, hemos de vivir. Creo que Bolaño, calígrafo del sueño, entendía esto a la perfección, pues escribía sin esperar nada fuera, ni nada más allá del vivir, y en esa desesperanza residía a veces la gran fuerza de su escritura, la seriedad excepcional de muchos momentos de su escritura de plato fuerte de la China destruida: una escritura consciente de que ha de sentirse la tristeza de la vida, pero al mismo tiempo uno puede amarla, amar con intensidad esa tristeza (que algunos llaman escritura y otros lágrimas perdidas), amar al mundo en todo instante, amarle tan conscientemente que podamos decir: hemos vivido.
Enrique Vila-Matas
sábado, 20 de noviembre de 2010
Nada es comparable III
(...)
Hay oficios amables como el del orfebre anclado en su iluminada soledad o el del campanero dueño de las torres más sonoras, vigía de los tejados.
Oficio peligroso es el de augur que predice en un tiempo de sangre y lleva la cuenta de los muertos innumerables y de todos sus huesos esparcidos.
Hay oficios siniestros, son los más comunes y prefiero no nombrarlos. Y los hay delicados, tanto que requieren tacto y sabiduría, el de las madres y el del labrador, por ejemplo, tan cerca de todo lo que crece.
El de poeta es un oficio de locos, ya se sabe, pero hubo un tiempo en que se consideró sagrado.
El oficio de la bondad es sin duda el más difícil, el de más justa e inteligente hermosura.
El oficio del sol, el de la lluvia, el del viento alborotando los árboles, el del fuego, son oficios de dioses destronados.
La vida es con frecuencia atroz, conviene aprender todos los oficios.
Pilar Cibreiro, Última espesura, Las diosas blancas.
Hay oficios amables como el del orfebre anclado en su iluminada soledad o el del campanero dueño de las torres más sonoras, vigía de los tejados.
Oficio peligroso es el de augur que predice en un tiempo de sangre y lleva la cuenta de los muertos innumerables y de todos sus huesos esparcidos.
Hay oficios siniestros, son los más comunes y prefiero no nombrarlos. Y los hay delicados, tanto que requieren tacto y sabiduría, el de las madres y el del labrador, por ejemplo, tan cerca de todo lo que crece.
El de poeta es un oficio de locos, ya se sabe, pero hubo un tiempo en que se consideró sagrado.
El oficio de la bondad es sin duda el más difícil, el de más justa e inteligente hermosura.
El oficio del sol, el de la lluvia, el del viento alborotando los árboles, el del fuego, son oficios de dioses destronados.
La vida es con frecuencia atroz, conviene aprender todos los oficios.
Pilar Cibreiro, Última espesura, Las diosas blancas.
viernes, 19 de noviembre de 2010
Nada es comparable... II
(...)
El oficio del amor nos reclama con urgencia de jinete sediento, es el más necesario para no perecer de espanto, para merecer la vida y caminar ligero con los ojos limpios, distinguiendo una manos de otras, un rostro de otro, un beso de otro beso y para seguir admirando las vueltas del palomo enamorado, su paciencia blanca y suave de bailarín en celo.
El oficio de la belleza es inútil e imprescindible. Está dedicado a una diosa fría, el adiestramiento es cruel y lo aprenden gentes que no sirven para otra cosa, ni para coperos o escanciadores de otros dioses ni para esclavos solícitos en amplias cámaras orientales de lujo indecible, aposentos de una emperatriz cuyo reino no existe. Aún así es tentador como ninguno.
Requiere paciencia el oficio del tedio, una costumbre de tardes que caen lentísimas y nos manchan los párpados de ceniza mientras sostenemos el periódico entre las manos, la prosa de todos los días.
El de la pobreza es arduo y digno, hay que aprender lo despreciado, incorporar la elegancia de los santos antiguos, su ironía enmascarada y bonachona de hambre sin remedio.
Es estremecedor el oficio del fugitivo, del que quiere huir hacia una ocupación distinta ignorando las fábricas humeantes en el horizonte de las ciudades, desconociendo tanto sudor malgastado, tantos brazos exhaustos, tantos relojes sonando a la misma hora, tantas rutas de barcos cara a un mismo puerto herrumbroso y maloliente, tanta amenaza de muerte total anunciada a todas horas, tanta desesperación, tanta fealdad, tanta miseria.
La destreza de este aprendiz consiste en el olvido: olvidar el tráfago exasperante y negro de cada amanecer, el exterminio de los árboles, la extinción de los gorriones, la destrucción del hombre por el hombre, su incomprensible suicidio de animal estupidamente acorralado.
(...)
Pilar Cibreiro, Última espesura, Las diosa blancas.
El oficio del amor nos reclama con urgencia de jinete sediento, es el más necesario para no perecer de espanto, para merecer la vida y caminar ligero con los ojos limpios, distinguiendo una manos de otras, un rostro de otro, un beso de otro beso y para seguir admirando las vueltas del palomo enamorado, su paciencia blanca y suave de bailarín en celo.
El oficio de la belleza es inútil e imprescindible. Está dedicado a una diosa fría, el adiestramiento es cruel y lo aprenden gentes que no sirven para otra cosa, ni para coperos o escanciadores de otros dioses ni para esclavos solícitos en amplias cámaras orientales de lujo indecible, aposentos de una emperatriz cuyo reino no existe. Aún así es tentador como ninguno.
Requiere paciencia el oficio del tedio, una costumbre de tardes que caen lentísimas y nos manchan los párpados de ceniza mientras sostenemos el periódico entre las manos, la prosa de todos los días.
El de la pobreza es arduo y digno, hay que aprender lo despreciado, incorporar la elegancia de los santos antiguos, su ironía enmascarada y bonachona de hambre sin remedio.
Es estremecedor el oficio del fugitivo, del que quiere huir hacia una ocupación distinta ignorando las fábricas humeantes en el horizonte de las ciudades, desconociendo tanto sudor malgastado, tantos brazos exhaustos, tantos relojes sonando a la misma hora, tantas rutas de barcos cara a un mismo puerto herrumbroso y maloliente, tanta amenaza de muerte total anunciada a todas horas, tanta desesperación, tanta fealdad, tanta miseria.
La destreza de este aprendiz consiste en el olvido: olvidar el tráfago exasperante y negro de cada amanecer, el exterminio de los árboles, la extinción de los gorriones, la destrucción del hombre por el hombre, su incomprensible suicidio de animal estupidamente acorralado.
(...)
Pilar Cibreiro, Última espesura, Las diosa blancas.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Nada es comparable... I
Nada es comparable al esfuerzo de ir aprendiendo todos los oficios y no saber, no conocer siquiera el paradero de las estrellas perdidas en el sueño.
No hablo del rapto, de su aprendizaje juvenil y arriesgado, ni del oficio de los nadadores, del diálogo que mantienen con los peces que les brillan en la cintura.
Hablo del oficio de la duda, el más duro, el que una vez aprendido nos deja la casa empolvada y los libros carcomidos de tal forma que un amigo puede sorprendernos en cualquier avenida sonriendo malévolamente frente a los escaparates, entre el gentío o en un autobús que no lleva a ninguna parte.
Hablo también del oficio de la libertad, oficio cuya maestría no se alcanza a pesar de los torpes ensayos ejecutados ilusoriamente pensando en las migraciones de las aves o en los juegos del corzo. Su dominio es el dominio imposible de los vientos alisios o de las rutas del desierto, pero basta con desearlo, dicen. (...)
Pilar Cibreiro, Última espesura, Las diosa blancas.
No hablo del rapto, de su aprendizaje juvenil y arriesgado, ni del oficio de los nadadores, del diálogo que mantienen con los peces que les brillan en la cintura.
Hablo del oficio de la duda, el más duro, el que una vez aprendido nos deja la casa empolvada y los libros carcomidos de tal forma que un amigo puede sorprendernos en cualquier avenida sonriendo malévolamente frente a los escaparates, entre el gentío o en un autobús que no lleva a ninguna parte.
Hablo también del oficio de la libertad, oficio cuya maestría no se alcanza a pesar de los torpes ensayos ejecutados ilusoriamente pensando en las migraciones de las aves o en los juegos del corzo. Su dominio es el dominio imposible de los vientos alisios o de las rutas del desierto, pero basta con desearlo, dicen. (...)
Pilar Cibreiro, Última espesura, Las diosa blancas.
viernes, 5 de noviembre de 2010
- Según la película, uno solo es feliz de niño.
- La película no es autobiográfica. En mi caso es todo lo contrario. Yo no fui muy feliz en la infancia. Comencé a vivir a la edad adulta. Y estoy convencida, tras examinar mi vida y la de mis amigos, que una infancia muy feliz no es un buen negocio para la vida.
- ¿Ah, no?
- No. La gente que no ha sido muy feliz en la infancia tiene más armas. Los que han vivido una infancia feliz arrastran para siempre una nostalgia del paraíso.
Entrevista a Yasmina Reza, El País.
- La película no es autobiográfica. En mi caso es todo lo contrario. Yo no fui muy feliz en la infancia. Comencé a vivir a la edad adulta. Y estoy convencida, tras examinar mi vida y la de mis amigos, que una infancia muy feliz no es un buen negocio para la vida.
- ¿Ah, no?
- No. La gente que no ha sido muy feliz en la infancia tiene más armas. Los que han vivido una infancia feliz arrastran para siempre una nostalgia del paraíso.
Entrevista a Yasmina Reza, El País.
martes, 2 de noviembre de 2010
sol, pan y mariposa
lunes, 1 de noviembre de 2010
Tormenta
otra vez la lluvia la noche
la noche repleta de rodillas frías, la tormenta
con gorrión la lluvia
otra vez la lluvia, la grieta de agua
de la noche,
la alcantarilla rota de la noche, de los labios,
lo que resta de los labios, la tormenta
el pasapuré de lluvia la ciudad
Susana Barragués, Otra vez la lluvia la noche
la noche repleta de rodillas frías, la tormenta
con gorrión la lluvia
otra vez la lluvia, la grieta de agua
de la noche,
la alcantarilla rota de la noche, de los labios,
lo que resta de los labios, la tormenta
el pasapuré de lluvia la ciudad
Susana Barragués, Otra vez la lluvia la noche
domingo, 31 de octubre de 2010
sábado, 30 de octubre de 2010
horquillas
jueves, 21 de octubre de 2010
De recetas
Ojeo el libro con recetas de pan que compré en la feria del libro antiguo.
Leo: siga mezclando hasta que adquiera la consistencia del lóbulo de la oreja.
Me toco el lóbulo de la oreja.
Sonrío.
Sí, aunque no sea más que por eso tengo que probar esa receta.
Leo: siga mezclando hasta que adquiera la consistencia del lóbulo de la oreja.
Me toco el lóbulo de la oreja.
Sonrío.
Sí, aunque no sea más que por eso tengo que probar esa receta.
viernes, 8 de octubre de 2010
sábado, 25 de septiembre de 2010
sábado
nubes y claros.
aunque empieza a hacer frío me resisto a encender.
me pongo un jersey.
he cogido moras para hacer mermelada.
la mermelada borbotea en el fuego.
abro una botella de Chateau Michel de Montaigne.
juego al majhong.
achucho a Ras.
y te abrazo.
aunque empieza a hacer frío me resisto a encender.
me pongo un jersey.
he cogido moras para hacer mermelada.
la mermelada borbotea en el fuego.
abro una botella de Chateau Michel de Montaigne.
juego al majhong.
achucho a Ras.
y te abrazo.
martes, 21 de septiembre de 2010
Asco de mundo
lunes, 6 de septiembre de 2010
la sepia
nunca hubiera imaginado que la sepia fuera un animal tan delicado, ni siquiera atinaba a visualizarlo.
esta me miraba con atención tras el cristal, cambiando de color y ondulando suavemente esa especie de faldita locomotora que la rodea.
creo que, a partir de ahora, se acabó para mí la sepia a la plancha.
viernes, 6 de agosto de 2010
el insecto oso hormiguero
domingo, 18 de julio de 2010
pedaleando
sábado, 10 de julio de 2010
jueves, 17 de junio de 2010
"... explicarlo todo sería imperdonable,
guardemos, al menos, la vieja cortesía de antaño."
de Elegia de los crisantemos, Rikardo Arregi.
guardemos, al menos, la vieja cortesía de antaño."
de Elegia de los crisantemos, Rikardo Arregi.
sábado, 5 de junio de 2010
bajo los ciruelos
duermo la siesta bajo los ciruelos.
me tapo con una de las telas africanas que recogí de casa de C.
me despierto después de un sueño profundo.
el aire está lleno de la pelusa de los chopos.
me quedo mirando el cielo, hay nubes altas, vuelan los vencejos.
veo un milano negro a mucha altitud, se deja llevar por una térmica, no mueve las alas, gira lento.
siento envidia de lo que verán sus ojos, de su vuelo sin esfuerzo.
hoy debería estar en París y estoy en mi patio.
todo es raro.
y te quiero.
me tapo con una de las telas africanas que recogí de casa de C.
me despierto después de un sueño profundo.
el aire está lleno de la pelusa de los chopos.
me quedo mirando el cielo, hay nubes altas, vuelan los vencejos.
veo un milano negro a mucha altitud, se deja llevar por una térmica, no mueve las alas, gira lento.
siento envidia de lo que verán sus ojos, de su vuelo sin esfuerzo.
hoy debería estar en París y estoy en mi patio.
todo es raro.
y te quiero.
martes, 18 de mayo de 2010
gorriones
apenas había amanecido cuando me he despertado.
el mirlo cantaba en su rama.
después he oído a la corneja a lo lejos.
los gorriones se despiertan más tarde, cuando hay más claridad.
su canto no es muy armonioso pero me gusta tener una bandada viviendo en mi patio.
ayer encontré muerto un minúsculo pollo de gorrión.
de su pico sobresalía una pajita.
tiré de ella y salió junto con una porción de bolo alimenticio.
se había asfixiado.
pude imaginar su agonía impotente.
y, después, lo arrojarían del nido.
lo estuve observando un rato.
apenas tendría dos o tres días.
las primeras plumas se adivinaban como una linea oscura en las alas mínimas.
aún no había abierto los ojos.
sentí cierta compasión por el.
era frágil y desvalido.
en realidad como todos nosotros.
el mirlo cantaba en su rama.
después he oído a la corneja a lo lejos.
los gorriones se despiertan más tarde, cuando hay más claridad.
su canto no es muy armonioso pero me gusta tener una bandada viviendo en mi patio.
ayer encontré muerto un minúsculo pollo de gorrión.
de su pico sobresalía una pajita.
tiré de ella y salió junto con una porción de bolo alimenticio.
se había asfixiado.
pude imaginar su agonía impotente.
y, después, lo arrojarían del nido.
lo estuve observando un rato.
apenas tendría dos o tres días.
las primeras plumas se adivinaban como una linea oscura en las alas mínimas.
aún no había abierto los ojos.
sentí cierta compasión por el.
era frágil y desvalido.
en realidad como todos nosotros.
sábado, 15 de mayo de 2010
miércoles, 28 de abril de 2010
momentos
la carretera que atraviesa el Gers a la luz del atardecer,
el encuentro con María, nuestro abrazo,
el vino blanco en casa de Didier a mi llegada,
el abrazo largo con Britta, a través de la ventanilla, sin darme tiempo a bajar de la furgo,
el abrazo apretado con Frans, que se agacha desde su 1'90,
los vencejos volando,
la cerveza belga de Vincent al mediodía, su afabilidad,
el abrazo intenso de Job, sus palabras que no entiendo pero comprendo,
las risas y las conversaciones,
la pena,
la sorpresa de los globos de aire caliente, la linternas que se elevan en la noche, mágicamente, y se juntan en un punto del espacio,
el globo que lanzamos María y yo, sin decir palabra, sabiendo.
las confidencias de Britta, su confianza,
los ruiseñores cantando en la noche,
la última cerveza en la terraza del café,
la conversación con Anima, nuestro cariño por Carmen,
la caminata con María por el lago,
el camino empinado a la cascada,
la cerveza con Nicole, en el pequeño paraíso, al atardecer,
la vuelta agotadora,
el peral con todas las flores abiertas,
los setenta tulipanes del patio, en flor,
los correos que me esperaban,
el cansancio,
el sueño,
saberme querida.
jueves, 22 de abril de 2010
frágil
llueve.
he rapado la hierba del patio antes de irme.
quizá debería raparme yo.
mañana conduciré 1000 km.
como chocolate (del 80%, eso sí).
bebo vino.
podría desaparecer fácilmente (tentaciones me dan).
no importaría demasiado.
frágil.
he rapado la hierba del patio antes de irme.
quizá debería raparme yo.
mañana conduciré 1000 km.
como chocolate (del 80%, eso sí).
bebo vino.
podría desaparecer fácilmente (tentaciones me dan).
no importaría demasiado.
frágil.
miércoles, 21 de abril de 2010
Un largo día finlandés
Necesito un día finlandés,
necesito un largo día finlandés,
tan largo como 40 días corrientes.
Quiero un largo día finlandés
para seguir hablando contigo;
tus palabras me ayudan mucho.
Te comenté algo del paraíso
y tú me dijiste, ten cuidado con el paraíso
el infierno puede estar allí.
¿Es posible cambiar de vida?
¿Cuántas veces se puede empezar de cero?
Tú eres mi amiga, te quiero.
El cielo de Finlandia siempre es azul
y en verano el sol parece una naranja,
y la luna lo mismo, otra naranja.
Quiero un largo día finlandés
con dos naranjas en el cielo,
quiero seguir hablando contigo.
Poemas & híbridos. Bernardo Atxaga
necesito un largo día finlandés,
tan largo como 40 días corrientes.
Quiero un largo día finlandés
para seguir hablando contigo;
tus palabras me ayudan mucho.
Te comenté algo del paraíso
y tú me dijiste, ten cuidado con el paraíso
el infierno puede estar allí.
¿Es posible cambiar de vida?
¿Cuántas veces se puede empezar de cero?
Tú eres mi amiga, te quiero.
El cielo de Finlandia siempre es azul
y en verano el sol parece una naranja,
y la luna lo mismo, otra naranja.
Quiero un largo día finlandés
con dos naranjas en el cielo,
quiero seguir hablando contigo.
Poemas & híbridos. Bernardo Atxaga
lunes, 19 de abril de 2010
posesiones
hubiera preferido no quedarme con nada.
pero no era posible.
alguien debía quedarse con su equipo de música, o la lámpara de su habitación,
con los tarros de especias que ahora están en una caja que huele como el armario de su cocina,
con sus tazas, sus cuencos,
con el té que no pudo beberse,
con los objetos que usaba y amaba.
he cogido pocos libros, algunos que le regalé, otros suyos, el Opus Nigrum de Yourcenar, que tanto me gustó en su momento y probablemente no volveré a leer, dos de Carson Maccullers, uno sobre Joseph Beyus, uno de fotos de Juan Rulfo, su guía de pájaros, la de flores silvestres de Asturias lleno de sus notas de colores...
no he querido mirar más.
cuando morimos nuestras posesiones deberían desintegrarse.
o deberíamos hacer una gran pira funeraria que lo quemara todo.
pero no.
desolación.
pero no era posible.
alguien debía quedarse con su equipo de música, o la lámpara de su habitación,
con los tarros de especias que ahora están en una caja que huele como el armario de su cocina,
con sus tazas, sus cuencos,
con el té que no pudo beberse,
con los objetos que usaba y amaba.
he cogido pocos libros, algunos que le regalé, otros suyos, el Opus Nigrum de Yourcenar, que tanto me gustó en su momento y probablemente no volveré a leer, dos de Carson Maccullers, uno sobre Joseph Beyus, uno de fotos de Juan Rulfo, su guía de pájaros, la de flores silvestres de Asturias lleno de sus notas de colores...
no he querido mirar más.
cuando morimos nuestras posesiones deberían desintegrarse.
o deberíamos hacer una gran pira funeraria que lo quemara todo.
pero no.
desolación.
martes, 30 de marzo de 2010
Nunca viajamos a La Camarga
Hace un año planeamos un viaje de un mes, mezcla de trabajo y placer.
Queríamos parar unos días en La Camarga y ver pájaros.
No pudo ser.
Nunca viajamos a La Camarga.
Tuvimos que volver rápidamente para que se hiciera unas pruebas.
Desde entonces ha estado luchando llena de coraje, sentido del humor y unas inmensas ganas de vivir.
Era un ser humano excepcional, la persona que más quería y ahora me siento mucho más huérfana, mucho más triste, mucho más sola.
Pero no voy a dejar que esto me hunda, por más que la eche de menos.
Se lo debo, como tantas otras cosas.
Que la tierra le sea leve.
Queríamos parar unos días en La Camarga y ver pájaros.
No pudo ser.
Nunca viajamos a La Camarga.
Tuvimos que volver rápidamente para que se hiciera unas pruebas.
Desde entonces ha estado luchando llena de coraje, sentido del humor y unas inmensas ganas de vivir.
Era un ser humano excepcional, la persona que más quería y ahora me siento mucho más huérfana, mucho más triste, mucho más sola.
Pero no voy a dejar que esto me hunda, por más que la eche de menos.
Se lo debo, como tantas otras cosas.
Que la tierra le sea leve.
domingo, 21 de marzo de 2010
domingo, 14 de marzo de 2010
sueño
lo sueño un segundo antes de despertar.
entro a oscuras en la habitación del ordenador.
oigo un ruido.
enciendo una especie de linterna y me giro.
cerca del techo, en un agujero de ventilación está posado un pequeño mochuelo.
en el sueño me produce gran alegría saber que tengo un mochuelo en casa.
al despertarme también.
entro a oscuras en la habitación del ordenador.
oigo un ruido.
enciendo una especie de linterna y me giro.
cerca del techo, en un agujero de ventilación está posado un pequeño mochuelo.
en el sueño me produce gran alegría saber que tengo un mochuelo en casa.
al despertarme también.
encuentro el calendario mientras ordeno.
es del 2006.
lo mandaron de Holanda.
una foto de grupo en la playa delante del lago.
todos sonrientes.
me busco entre las diminutas cabezas.
pero la encuentro primero a ella, sentada en la arena, en primera fila.
yo estoy detrás.
la estoy abrazando.
era el principio del fin pero la estoy abrazando.
vértigo.
es del 2006.
lo mandaron de Holanda.
una foto de grupo en la playa delante del lago.
todos sonrientes.
me busco entre las diminutas cabezas.
pero la encuentro primero a ella, sentada en la arena, en primera fila.
yo estoy detrás.
la estoy abrazando.
era el principio del fin pero la estoy abrazando.
vértigo.
viernes, 12 de marzo de 2010
martes, 9 de marzo de 2010
bajo el dulce sol de marzo
paseo bajo un cielo completamente azul.
hace frío pero el dulce sol de marzo ya calienta.
miro el azul intenso del cielo y de pronto me acuerdo de Annick.
ayer me contaron que ha muerto de forma repentina.
no éramos amigas, solo conocidas.
pero pienso de ella.
la muerte de alguien a quien quieres es un mazazo, un corte en tu vida, una hecatombe.
la muerte de alguien con quien solo has coincidido produce una extraña pena.
nunca sabemos cuando será la última vez que veremos a alguien.
ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que nos vimos o si me despedí de ella.
que la tierra te sea leve Annick.
hace frío pero el dulce sol de marzo ya calienta.
miro el azul intenso del cielo y de pronto me acuerdo de Annick.
ayer me contaron que ha muerto de forma repentina.
no éramos amigas, solo conocidas.
pero pienso de ella.
la muerte de alguien a quien quieres es un mazazo, un corte en tu vida, una hecatombe.
la muerte de alguien con quien solo has coincidido produce una extraña pena.
nunca sabemos cuando será la última vez que veremos a alguien.
ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que nos vimos o si me despedí de ella.
que la tierra te sea leve Annick.
lunes, 1 de marzo de 2010
no tengo prisa
no tengo prisa
si me das tiempo
detendré la lluvia
con las manos
no tengo planes:
un jardín no es el futuro
toda tu boca
toda mi piel
ahora
Isabel Bono, POEMAS REUNIDOS GEYPER
he recibido este libro hoy.
lo pedí a la editorial la semana pasada.
me ha encantado la rapidez y la letra en el sobre.
debería poner una foto pero desvelaría mis datos (y no quiero).
lástima.
si me das tiempo
detendré la lluvia
con las manos
no tengo planes:
un jardín no es el futuro
toda tu boca
toda mi piel
ahora
Isabel Bono, POEMAS REUNIDOS GEYPER
he recibido este libro hoy.
lo pedí a la editorial la semana pasada.
me ha encantado la rapidez y la letra en el sobre.
debería poner una foto pero desvelaría mis datos (y no quiero).
lástima.
viernes, 26 de febrero de 2010
jueves, 25 de febrero de 2010
miércoles, 24 de febrero de 2010
insomnio
son las siete, es de noche.
bebo té.
miro por la ventana la oscuridad de fuera.
desvelada desde quizá las cuatro,
mis pensamientos dan vueltas en torno a lo que me ocupa (y preocupa).
pero luego saltan libres y ligeros por otras latitudes.
me gusta cuando eso sucede.
poco antes de levantarme oigo cantar a los gallos.
me gusta cuando los oigo.
me producen una sensación que no sé explicar muy bien, como de veranos de infancia feliz.
(el domingo pude ver en cine y en versión original Mi vecino Totoro.
veranos de infancia feliz.)
es un poco absurdo, lo sé, los gallos también cantan en los desastres.
pero.
miro por la ventana.
bebo té.
Ras se acerca para que la acaricie.
cantan los gallos.
voy a desayunar.
amanece.
bebo té.
miro por la ventana la oscuridad de fuera.
desvelada desde quizá las cuatro,
mis pensamientos dan vueltas en torno a lo que me ocupa (y preocupa).
pero luego saltan libres y ligeros por otras latitudes.
me gusta cuando eso sucede.
poco antes de levantarme oigo cantar a los gallos.
me gusta cuando los oigo.
me producen una sensación que no sé explicar muy bien, como de veranos de infancia feliz.
(el domingo pude ver en cine y en versión original Mi vecino Totoro.
veranos de infancia feliz.)
es un poco absurdo, lo sé, los gallos también cantan en los desastres.
pero.
miro por la ventana.
bebo té.
Ras se acerca para que la acaricie.
cantan los gallos.
voy a desayunar.
amanece.
sábado, 20 de febrero de 2010
En casa
Cocino para mí.
Lavo un puerro, lo troceo.
Lo estofo con fenogreco y comino.
Añado espinacas, pollo en tiras, un poco de shichimi togarashi (me añado), sal.
Hago una ensalada.
Rúcula, espinacas, pimiento (sorprendentemente rico), aguacate, sésamo.
Recibo dos llamadas de Francia mientras como.
Digo que sí, a las dos.
Pronto empezaré a viajar.
Y te echo de menos.
Lavo un puerro, lo troceo.
Lo estofo con fenogreco y comino.
Añado espinacas, pollo en tiras, un poco de shichimi togarashi (me añado), sal.
Hago una ensalada.
Rúcula, espinacas, pimiento (sorprendentemente rico), aguacate, sésamo.
Recibo dos llamadas de Francia mientras como.
Digo que sí, a las dos.
Pronto empezaré a viajar.
Y te echo de menos.
viernes, 12 de febrero de 2010
Y de pronto anochece
Cada uno está solo
sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y de pronto anochece.
Salvatore Quasimodo
sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y de pronto anochece.
Salvatore Quasimodo
domingo, 7 de febrero de 2010
sábado, 6 de febrero de 2010
Nada queda de nuestro palomar blanco...
Nada queda de nuestro
palomar blanco, donde
sentimos el primer
vértigo nada queda
del almendro en el que
imaginábamos lianas
y éramos dos tarzanes nada queda
de la tapia que el mundo dividía
en territorio apache
y en territorio sioux nada queda
del cuarto de las ratas
que olía a viejas historias y tampoco
queda nada me han dicho
de la terraza ni de la
galeria de cristal donde el sol en invierno
se acurrucaba como un gato nada
queda de la escalera
de caracol ya nada
del jardín con castaños con acacias
con ¿qué? donde aprendimos a montar
en bicicleta nada
queda de nuestra casa
primera
Hay una valla
y detrás nada, los expertos
han medido el terreno con sus metros cuadrados
con sus gafas cuadradas han aojado el terreno
con sus zapatos negros han sumado la tierra
de nuestra infancia que hoy no tiene
dónde meterse:
está prohibido
el paso a los ajenos a la obra.
Anibal Nuñez
palomar blanco, donde
sentimos el primer
vértigo nada queda
del almendro en el que
imaginábamos lianas
y éramos dos tarzanes nada queda
de la tapia que el mundo dividía
en territorio apache
y en territorio sioux nada queda
del cuarto de las ratas
que olía a viejas historias y tampoco
queda nada me han dicho
de la terraza ni de la
galeria de cristal donde el sol en invierno
se acurrucaba como un gato nada
queda de la escalera
de caracol ya nada
del jardín con castaños con acacias
con ¿qué? donde aprendimos a montar
en bicicleta nada
queda de nuestra casa
primera
Hay una valla
y detrás nada, los expertos
han medido el terreno con sus metros cuadrados
con sus gafas cuadradas han aojado el terreno
con sus zapatos negros han sumado la tierra
de nuestra infancia que hoy no tiene
dónde meterse:
está prohibido
el paso a los ajenos a la obra.
Anibal Nuñez
viernes, 5 de febrero de 2010
paisaje de infancia
Han talado la acacia.
El jardín me parece muy pequeño pero los árboles han crecido mucho (puedo recordar cada piedra del jardín, cada árbol).
También hay árboles nuevos.
No he visto el ciruelo que tanto quería ni el chopo enorme que era mi casa (ese mismo chopo en el que estaba cuando pensé: querría tener siempre nueve años) pero la valla recubierta de hiedra no me dejaba ver mucho.
La casa está casi igual aunque han añadido un horroroso cerramiento de
aluminio dorado en el porche del salón.
El porche de la cocina sí es el mismo en el que desayunábamos en verano, felices desayunos de la infancia.
La tumba del primer perro que tuve está debajo del asfalto.
Hay avisos por todas partes de que está conectada la alarma.
No he querido demorarme mucho, alguien que ronda una casa siempre es sospechoso.
Aunque sea alguien que pasó allí toda su infancia.
Melancolía.
El jardín me parece muy pequeño pero los árboles han crecido mucho (puedo recordar cada piedra del jardín, cada árbol).
También hay árboles nuevos.
No he visto el ciruelo que tanto quería ni el chopo enorme que era mi casa (ese mismo chopo en el que estaba cuando pensé: querría tener siempre nueve años) pero la valla recubierta de hiedra no me dejaba ver mucho.
La casa está casi igual aunque han añadido un horroroso cerramiento de
aluminio dorado en el porche del salón.
El porche de la cocina sí es el mismo en el que desayunábamos en verano, felices desayunos de la infancia.
La tumba del primer perro que tuve está debajo del asfalto.
Hay avisos por todas partes de que está conectada la alarma.
No he querido demorarme mucho, alguien que ronda una casa siempre es sospechoso.
Aunque sea alguien que pasó allí toda su infancia.
Melancolía.
jueves, 4 de febrero de 2010
viernes, 29 de enero de 2010
Huida de loba
A quien me pregunta
cuantos amores he tenido
le respondo que mire
en los bosques para ver
en cuantas trampas ha quedado
mi pelo.
Alda Merini
cuantos amores he tenido
le respondo que mire
en los bosques para ver
en cuantas trampas ha quedado
mi pelo.
Alda Merini
miércoles, 27 de enero de 2010
Tarde
No las ramas desnudas de diciembre,
ni la calle mojada, ni esas nubes
que una gran mano indiferente lleva
lo mismo que las trajo, ni las luces
en tal o cual ventana, siempre lejos:
no es eso lo que ves, sino a ti mismo.
Tarde deshabitada e inclemente,
y no más que la noche a su final.
José Cereijo
ni la calle mojada, ni esas nubes
que una gran mano indiferente lleva
lo mismo que las trajo, ni las luces
en tal o cual ventana, siempre lejos:
no es eso lo que ves, sino a ti mismo.
Tarde deshabitada e inclemente,
y no más que la noche a su final.
José Cereijo
viernes, 22 de enero de 2010
la vida de los otros
llegué a esta página dando saltos de un enlace a otro.
fotos como las que todos hacemos.
abrazos, fiestas, besos, perros, gatos, adolescentes, abuelos, risas, compañeros, paisajes, niños, amigos...
muchas fotos malas, algunas fotos buenas.
todos tan iguales.
todos tan distintos.
cuando me fui a dormir se vino conmigo una extraña melancolía.
hubiera preferido dormir sola.
digresiones.
1.- cuando he escrito dando saltos he recordado un saltador que tenía de cría, un muelle gigante con una plataforma para los pies y un manillar. me pasaba horas dando saltos.
hacía haños que no me hacordaba de hel.
2.- En esos casos Oliveira agarraba una hoja de papel y escribía las grandes palabras por las que iba resbalando su rumia. Escribía, por ejemplo: "El gran hasunto", o "la hencrucijada". Era suficiente para ponerse a reír y cebar otro mate con más ganas. "La hunidad", hescribía Holiveira. "El hego y el hotro". Usaba las haches como otros la penicilina. Después volvía más despacio al asunto, se sentía mejor. "Lo himportante es no hinflarse", se decía Holiveira. A partir de esos momentos se sentía capaz de pensar sin que las palabras le jugaran sucio. Apenas un progreso metódico porque el gran asunto seguía invulnerable. "Quién te iba a decir, pibe, que acabarías metafísico?", se interpelaba Oliveira. "Hay que resistirse al ropero de tres cuerpos, che, conformate con la mesita de luz del insomnio cotidiano".
Rayuela (capítulo 90), Julio Cortazar
fotos como las que todos hacemos.
abrazos, fiestas, besos, perros, gatos, adolescentes, abuelos, risas, compañeros, paisajes, niños, amigos...
muchas fotos malas, algunas fotos buenas.
todos tan iguales.
todos tan distintos.
cuando me fui a dormir se vino conmigo una extraña melancolía.
hubiera preferido dormir sola.
digresiones.
1.- cuando he escrito dando saltos he recordado un saltador que tenía de cría, un muelle gigante con una plataforma para los pies y un manillar. me pasaba horas dando saltos.
hacía haños que no me hacordaba de hel.
2.- En esos casos Oliveira agarraba una hoja de papel y escribía las grandes palabras por las que iba resbalando su rumia. Escribía, por ejemplo: "El gran hasunto", o "la hencrucijada". Era suficiente para ponerse a reír y cebar otro mate con más ganas. "La hunidad", hescribía Holiveira. "El hego y el hotro". Usaba las haches como otros la penicilina. Después volvía más despacio al asunto, se sentía mejor. "Lo himportante es no hinflarse", se decía Holiveira. A partir de esos momentos se sentía capaz de pensar sin que las palabras le jugaran sucio. Apenas un progreso metódico porque el gran asunto seguía invulnerable. "Quién te iba a decir, pibe, que acabarías metafísico?", se interpelaba Oliveira. "Hay que resistirse al ropero de tres cuerpos, che, conformate con la mesita de luz del insomnio cotidiano".
Rayuela (capítulo 90), Julio Cortazar
miércoles, 20 de enero de 2010
heterodoxo
martes, 19 de enero de 2010
viernes, 15 de enero de 2010
de vuelta
la casa estaba a 2º y había una tubería reventada.
el congelador, descongelado.
frío y humedad.
el patio es una mezcla de barro, nieve y charcos.
duermo con dos edredones (pero no pierdo esa extraña costumbre de dormir desnuda).
paseo pisando nieve y barro.
me hago sopas (extraño mafaldismo el mío).
me esperaba una carta postal de L., mi loco amigo húngaro.
retoma su sueño de hacer un viaje grande por Sudamérica sin fecha de retorno (con pocos bártulos y sin ataduras, eso dice).
me alegra.
frío.
ganas de marzo, sandalias y ternura.
el congelador, descongelado.
frío y humedad.
el patio es una mezcla de barro, nieve y charcos.
duermo con dos edredones (pero no pierdo esa extraña costumbre de dormir desnuda).
paseo pisando nieve y barro.
me hago sopas (extraño mafaldismo el mío).
me esperaba una carta postal de L., mi loco amigo húngaro.
retoma su sueño de hacer un viaje grande por Sudamérica sin fecha de retorno (con pocos bártulos y sin ataduras, eso dice).
me alegra.
frío.
ganas de marzo, sandalias y ternura.
domingo, 10 de enero de 2010
siempre tuve deseos de ser hombre
gato adoquín insecto obra maestra
madera de violín partitura
lienzo pincel amarillo de cadmio
campo de trigo con o sin cuervos
cristal de sal nuez moscada
higuera tronco de olivo
saco de algarrobas
el azul de los témpanos
la lluvia
el mar rojo
toda tu sangre
serlo
todo a la vez
y recordarlo
Isabel Bono
me gusta lo que he leído de Isabel Bono y me gustan mucho sus blogs, en especial Hojas Secas Mojadas
gato adoquín insecto obra maestra
madera de violín partitura
lienzo pincel amarillo de cadmio
campo de trigo con o sin cuervos
cristal de sal nuez moscada
higuera tronco de olivo
saco de algarrobas
el azul de los témpanos
la lluvia
el mar rojo
toda tu sangre
serlo
todo a la vez
y recordarlo
Isabel Bono
me gusta lo que he leído de Isabel Bono y me gustan mucho sus blogs, en especial Hojas Secas Mojadas
sábado, 2 de enero de 2010
De otras lluvias
I.
Ha llegado
una lejana dama,
no sé que mundo del dolor padece.
Llegó con nubes grises
a confirmar el milagro de siempre,
está mojada,
ella misma es agua.
Vagabundea por mis ojos.
II.
El agua sabe a mar,
toda la energía
que antes fue risa
se transforma
en la rara costumbre de llorar
por cualquier cosa,
me sumo a la lluvia y me lluevo,
quedo erecto
de tu piel constelada
y llovido del alma tuya.
III
Paso lloviendo por los restaurantes
del sueño
miro como un gato mojado
la cosecha del asfalto,
la nada que ya se viste con sus pieles,
las mentiras que justifican la vida.
Los hombres requieren
de pesadas
piedrecillas
para sumergirse
(¿o será que al fin todo tiene su precio?)
se viste de escafandra
con el agua en los tobillos
y nada torpe en el aire.
Mis lágrimas desembocan en un mar de nada.
Dufay Bustamente
de la exposición nubes de un cielo que no cambia
Casa de América
Ha llegado
una lejana dama,
no sé que mundo del dolor padece.
Llegó con nubes grises
a confirmar el milagro de siempre,
está mojada,
ella misma es agua.
Vagabundea por mis ojos.
II.
El agua sabe a mar,
toda la energía
que antes fue risa
se transforma
en la rara costumbre de llorar
por cualquier cosa,
me sumo a la lluvia y me lluevo,
quedo erecto
de tu piel constelada
y llovido del alma tuya.
III
Paso lloviendo por los restaurantes
del sueño
miro como un gato mojado
la cosecha del asfalto,
la nada que ya se viste con sus pieles,
las mentiras que justifican la vida.
Los hombres requieren
de pesadas
piedrecillas
para sumergirse
(¿o será que al fin todo tiene su precio?)
se viste de escafandra
con el agua en los tobillos
y nada torpe en el aire.
Mis lágrimas desembocan en un mar de nada.
Dufay Bustamente
de la exposición nubes de un cielo que no cambia
Casa de América
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