sentada en el patio doliéndome del flemón que me deforma
y que me cierra un ojo contemplo, atónita,
cómo van entrando murciélagos y murciélagos en la leñera,
cuento más de veinte.
es extraño, siempre ha habido algún murciélago viviendo aquí
que revolotea al anochecer
pero estos son más grandes, son muchos y ahora es de día.
busco información y no encuentro nada que me aclare
el misterio.
pero me entero de que solo son bien vistos en China
donde son símbolo de felicidad y provecho.
y que murciélago y felicidad
se dice igual, fu.
sonrío.
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