el domingo los vencejos se fueron.
al atardecer los vi volar en una bandada que se juntaba y se disgregaba.
trazaban amplios círculos, desaparecían y volvían a aparecer.
había algo diferente a los otros días.
y es que se estaban preparando para marchar
con todos los jóvenes inexpertos haciendo sus primeros vuelos.
al día siguiente ya no estaban.
llegaron el uno de mayo y ya se han ido.
y me da tanta pena cuando desaparecen.
los días son más silenciosos.
y es como si nos quedáramos más solos.
3 comentarios:
me solidarizo del todo con tu sentimiento. mucha pena. hay un nido en mi tejado, a pocos metros por encima de mi balcón. a veces me pasan rozando. me quedo embobada mirando cómo vuelan, y escuchando sus chillidos. hace unos días me di cuenta de que ya no estaban, pero creí que aún volverían, nunca se han ido tan pronto.
aún nos quedan las golondrinas :)
Sip... aquí ya no están tampoco...
Besos.Lenteja
Los vencejos marchan. Si. Y nos dejan solos. Y no sé por qué nos da pena por ellos, cuando los que quedamos solos somos nosotros. Los vencejos marchan. Si. Buscando un sol que les caliente, buscando un clima que les sonría y les aliente a seguir volando. Esperaremos a verlos entre el frio y la oscuridad, y cuando volvamos a descubrirlos en el aire, sabremos, que otro año llegará el verano.
Disfrutemos también del invierno.
Un besote desde Vigo,
Luis
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