era de noche cuando me he despertado.
me he quedado acurrucada dejando que mi mente vagara a su aire.
pero de pronto he deseado ver amanecer.
he saltado de la cama, he hecho un café,
he buscado el termo,
lo he metido en la mochila,
me he puesto las botas,
he olvidado el gorro.
y he salido andando.
he subido una colina orientada al este.
cantaba un cárabo.
las nubes grises se volvían rojas,
todo se iba iluminando,
las nubes parecían islas en un mar de plata.
yo bebía café sentada en unas matas de tomillo,
Ras, sentada a mi lado, miraba también el horizonte.
he vuelto a casa cuando el sol asomaba.
2 comentarios:
Qué suerte tienes.
Ahí pegan unos acordes de buen folk americano. Café con tomillo: qué olores perfectos en tu desayuno. Y qué concentración de sabores: lee una tus palabras y se queda alimentada para lo que queda de día.
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