Esta semana, en Babia, me enseñaron dos palabras.
Las palabras son feijo y sorocho.
Se refieren al atado de leña que se recoge mientras se pasea. Feijo es un atado grande y sorocho, uno pequeño.
Hermosas palabras que a partir de ahora utilizaré con el cariño que se reserva a lo que, inevitablemente, va a desaparecer.
2 comentarios:
Cuando leí feijo altiro pensé en Brasil y su feijoada. Mmm.
Otra amante de palabras!
¡Qué ocupación tan maravillosa!
Por mi parte, te agradezco que las traigas y ahora las incorpores con cariño.
Publicar un comentario