martes, 5 de abril de 2011

Cuestión de química

Ya sabes cómo somos las grasas saturadas,
parecemos estables, satisfechas
con nuestra fórmula molecular,
a grandes rasgos dignas de confianza.
Pero -siempre hay un pero-
al entrar en contacto con el aire
y, sobre todo, con el transcurrir
del tiempo y la rutina,
se nos rompen los dobles
enlaces de carbono y el oxígeno,
que ocupa su lugar,
nos vuelve impredecibles y nos desequilibra.

El proceso se llama "enranciamiento".
-No quiero que te pueda
parecer una excusa-.
Y deja siempre un mal sabor de boca.


Inma Pelegrín, Óxido.

Otro descubrimiento en Las afinidades electivas.

1 comentario:

aseklu dijo...

Me gustan tus descubrimientos.