anoche me acordé de que hoy tenía que comprar sin falta El País, casi me olvido.
en el primer kiosko ya se había acabado y luego me he dado cuenta,
con perplejidad, que apenas hay ya kioskos en la ciudad, al final ha sido en una
gasolinera donde lo he encontrado.
y luego me ha costado dar con la esquela, perdida en una esquina de la página 18.
pero allí estaba, como todos estos años.
(y si alguien siente curiosidad por esta historia que busque en los 21 de marzo anteriores de este blog.)
(y para quien no crea que esta historia es real aquí hay una semblanza de Elenita, sacada de El País.)
10 comentarios:
ay, es especialmente triste esta vez :-(
cada año que veo publicada una nueva entrega me pregunto si yo sería capaz de hacer eso durante tanto tiempo, y si el hacerlo es amor o es otra cosa...
es ficción. tiene que serlo.
no es cierto. aunque me encantaría que lo fuese.
por qué dudar, Zeltia?
;-)
Sólo por poder ser, ya es.
Besos.Lenteja
GRACIAS Shichimi. Quiero pensar que se trata una historia real, pero aunque no lo fuera, me emociona igualmente. MUCHÍSIMAS GRACIAS. Conocer la historia ha sido el regalo del día.
Hola, Bea, es real, en el primer post que publiqué sobre Elenita en los comentarios enlacé un artículo sobre ella, Elena Lupiañez. Me alegro de que haya gustado.
Lo he leído. ¡Qué emocionante! El próximo 21 de marzo a ver quién llega antes al kiosko...;-)
He compartido tu historia en el blog de la biblioteca donde trabajo. Espero que no te importe...
http://bibliotecasumma.tumblr.com/post/118355997978/21-de-marzo
no hay problema, encantada. la historia no es mía, yo solo soy una observadora atenta (la historia me fascina ;-)
Publicar un comentario