sábado, 13 de julio de 2013

Paisaje transportable


Uno tiene que poder marcharse  
y sin embargo ser como un árbol:
como si permaneciera la raíz en su suelo, 
como si el paisaje se transportara 
y siguiésemos pegados.
Uno tiene que contener el aliento
hasta que el viento amaine
y el aire extraño empiece a circular en torno a nosotros,
hasta que el juego de luz y sombra
de verde y azul
muestre el viejo cuño 
y estemos en casa,
donde quiera que sea,
y podremos así sentarnos y apoyarnos
como si fuera en la tumba 
de nuestra madre.

Hilde Domin.

3 comentarios:

arponauta dijo...

guau, te lo robaría pero ya es mío. gracias, gracias.

Lenteja dijo...

Pues prestádmelo ambas, que me ha dejado completamente removida...
Besos.Lenteja
(Gracias por estas selecciones)

Anónimo dijo...

Totalmente maravilloso y lúcido...
Tania