viernes, 16 de enero de 2009

pequeños placeres

abrir un tronco de un solo y preciso golpe de hacha,
entrar en calor después del frío,
observar dos avefrías en el río,
que salte la liebre y verla correr,
leer el poema que hubiera escrito,
beber te,


que todo deje de importar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de tanta desolación qué cálida y entrañable esta entrada. En realidad son pequeños grandes placeres.

Carmen Griss dijo...

La leña da casi mas calor cuando la cortas que cuando finalmente la quemas, como los preliminares que llevan a cumplir los deseos :-)

Anónimo dijo...

O quizás que lo importante empiece a importar.

mgab. dijo...

me gusta tu post, y mucho también el comentario de carmen griss

Unknown dijo...

que nada ya pueda pasar, que ya todo haya pasado...