lunes, 29 de septiembre de 2008

27 de septiembre

El año pasado, por estas fechas, le llevé moras cuando bajé a verla.
400 km con un puñado de moras en el bolsillo para que pudiera comerlas, ella ya no podía ir a buscarlas.

No le gustaba vivir en la ciudad, donde no se pueden ver las estrellas, ni la luna, ni hay bosques y las tormentas no tienen ni la mitad de gracia.

Le hubiera gustado vivir en el campo y tener muchos gatos, y desayunar al sol y ver atardecer sobre el horizonte.


Y no ha podido ver los árboles rojos de este otoño que empieza.


Para Pepa, mi madre, in memoriam.
Que la tierra le sea leve.

Y enciendo una lamparilla de aceite, como ella hacía los 1 de noviembre.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Aunque la corneja

Aunque la corneja lleva ya horas
atropellada en la carretera
completamente aplastada


porque el automovilista no se molestó en desviarse
sino que más bien apuntó hacia ella

el viento sin embargo no
ha abandonado completamente la esperanza,

acaricia delicadamente el cuello de la corneja
o lo que había sido su cuello
(las plumitas ondean levemente)
y dice con voz suave y sugerente:

¡Anda, levántate!

Lars Hulden

sábado, 20 de septiembre de 2008

Regalo para un desconocido

El jueves recibí un comentario a un post de hace unos meses.

En el se me pedía encarecidamente (por favor por favor por favor) que publicara el poema completo de Paul Klee al que yo hacía referencia.

Esta mañana fui a la biblio dispuesta a buscarlo.

Y no solo encontré una versión, si no dos.

Una aparece en los Diarios (en prosa), y otra, en un pequeño libro de Poemas de Paul Klee de Ediciones de la Rosa Cúbica.


Creo que lo leí en un libro de Salinger: tener un carnet de biblioteca es como tener un pasaporte diplomático.





"Dos son las montañas
luminosas y claras,

la montaña de los animales y
la montaña de los dioses.

Pero entre ellas yace el
valle en penumbra de los hombres.


Si alguna vez mira uno hacía arriba,
lo sobrecoge, vislumbradora,
una nostalgia inextinguible,
a él, que sabe que no sabe,
de quienes no saben que no saben,
y de quienes saben que saben".



"Dos montañas hay en que domina la luz, la montaña de los animales y la montaña de los dioses. En medio se encuentra el valle en penumbra de los seres humanos. Cuando alguno mira una vez hacia arriba, lo arrebata como presentimiento una nostalgia irresistible, a él que sabe que no sabe, por los que no saben que no saben y por los que saben que saben".

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Explicaciones

"-Hay un problema- le contesté-. Resulta que mañana pienso salir en busca del carnero. Le he dado muchas vueltas al asunto, pero, a fin de cuentas me he decidido. Ahora bien, ya que lo voy a hacer, quiero hacerlo a mi aire. Cuando se trata de charlar, deseo hacerlo a mi modo. Aún tengo derecho a hablar por hablar, si me viene en gana. No tolero que vigilen todo lo que hago, ni verme acosado por personas cuyo nombre desconozco. Eso es lo que quería decirle.

-No entiendes cuál es tu posición.

-Tampoco usted lo entiende. ¿Está claro?. He estado rumiando el tema toda la noche. Y me he dado cuenta de esto: casi no me queda nada que perder. Estoy separado de mi mujer; y en cuanto a mi trabajo, pienso dejarlo a partir de hoy. Mi apartamento es alquilado, y en su mobiliario no hay nada que valga la pena. Puestos a hablar de mis bienes, tengo unos dos millones de yenes en ahorros, un coche de segunda mano y un viejo gato. Mis trajes están pasados de moda, y los discos que tengo son puras antiguallas. Mi nombre no suena para nada, ni pinto nada en círculos sociales, ni tengo el menor atractivo sexual. Ni soy un genio, y ya ni siquiera puedo decir que soy joven. Siempre estoy explicando sandeces, de las que luego me suelo arrepentir. En suma, que, por una expresión suya soy un mediocre. Esto supuesto, ¿qué me queda por perder?. Si hay algo, le agradecería que me lo dijera."

Haruki Murakami, La caza del carnero salvaje.

martes, 2 de septiembre de 2008

Raros momentos


Los momentos en los que la noche, la carretera, la música, el motor y yo somos la misma cosa.

Y fluimos.