miércoles, 17 de septiembre de 2008

Explicaciones

"-Hay un problema- le contesté-. Resulta que mañana pienso salir en busca del carnero. Le he dado muchas vueltas al asunto, pero, a fin de cuentas me he decidido. Ahora bien, ya que lo voy a hacer, quiero hacerlo a mi aire. Cuando se trata de charlar, deseo hacerlo a mi modo. Aún tengo derecho a hablar por hablar, si me viene en gana. No tolero que vigilen todo lo que hago, ni verme acosado por personas cuyo nombre desconozco. Eso es lo que quería decirle.

-No entiendes cuál es tu posición.

-Tampoco usted lo entiende. ¿Está claro?. He estado rumiando el tema toda la noche. Y me he dado cuenta de esto: casi no me queda nada que perder. Estoy separado de mi mujer; y en cuanto a mi trabajo, pienso dejarlo a partir de hoy. Mi apartamento es alquilado, y en su mobiliario no hay nada que valga la pena. Puestos a hablar de mis bienes, tengo unos dos millones de yenes en ahorros, un coche de segunda mano y un viejo gato. Mis trajes están pasados de moda, y los discos que tengo son puras antiguallas. Mi nombre no suena para nada, ni pinto nada en círculos sociales, ni tengo el menor atractivo sexual. Ni soy un genio, y ya ni siquiera puedo decir que soy joven. Siempre estoy explicando sandeces, de las que luego me suelo arrepentir. En suma, que, por una expresión suya soy un mediocre. Esto supuesto, ¿qué me queda por perder?. Si hay algo, le agradecería que me lo dijera."

Haruki Murakami, La caza del carnero salvaje.

1 comentario:

Juan dijo...

Curioso, interesante