los regalos inesperados.
las visitas.
compartir una botella de vino.
algunos correos.
la música nueva.
cavar un microhuerto.
cortar la hierba del patio.
los paseos con Lola, la cachorra de mastín que nos acompaña a mi perra y a mí y que se queda en su prado a la vuelta.
intentar disfrutar, a pesar de todo.
1 comentario:
Tomar té ahumado en cerámica de manos alemanas, pequeño placer desconocido.
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