domingo, 26 de julio de 2009

Momentos adecuados para tomar té

Cuando se tiene el corazón y las manos ociosas.
Cansado después de leer poesía.
Cuando están perturbadas las ideas.
Si se escuchan canciones y cantinelas.
Cuando se termina una canción.
Encerrado en el hogar durante una fiesta.
Tocando el ch'in y mirando pinturas.
Dedicado a la conversación muy tarde en la noche.
Ante una clara ventana y un escritorio limpio.
Con amigos encantadores y gráciles concubinas.
De regreso de una visita a los amigos.
Cuando el día es claro y dulce la brisa.
En un día de leves chaparrones.
En un bote pintado, cerca de un puentecito de madera.
En un bosque de altos bambúes.
En un pabellón que mira sobre flores de loto en un día de verano.
Después de haber encendido incienso en un pequeño estudio.
Después de terminada una fiesta y marchados los huéspedes.
En un templo tranquilo, escondido.
Cerca de manantiales famosos y rocas extrañas.

Ch'asu, Hsü Ts'eschu.

3 comentarios:

Vir dijo...

Qué bonito. Qué envidia, esos ritualillos. Yo soy de café, empedernida. El té me empieza a gustar poco a poco, tengo que esforzarme, porque me gustaría mucho que me guste mucho.

arponauta dijo...

ahora mismo.
:-)

mgab. dijo...

o sea, siempre, o casi...