domingo, 25 de octubre de 2009

CADA LATIDO QUE DEJAMOS ATRÁS...

ES UN ENIGMA IRREPETIBLE (AGUAS RÁPIDAS NOS LLEVAN)



Durante la noche
alguien amó unas cuantas canciones viejas
del mismo modo que se ama a un ángel,
con la misma textura, idénticas ganas de volar.

Durante la noche
dieron exactas las tres de la memoria
y alguien supo del tamaño del miedo,
cuánto pesa de cierto el dolor.

Durante la noche
alguien visitó tierras firmes y naufragios,
alguien averiguó lo impreciso de sus límites,
alguien se dejó rozar por el tacto del tiempo
como si fuera la única noche, la última vida.

Durante la noche
alguien bebió botellas de licor de tristeza,
bebió como un antiguo y venerable poeta chino,
bebió leche materna y agua del mar.

Durante la noche
alguien hizo votos de aullido y de silencio,
alguien desmigó su corazón para los pájaros,
alguien lloró de alegría en un idioma distinto.


Durante la noche
alguien recordó los más hermosos cuerpos,
los ojos más indóciles,
y besos insolentes y flacos
como la lluvia de verano o una revolución.

Durante la noche
alguien quiso una carta verdadera, una carta
escrita por los dedos del deseo, un mensaje
con palabras no borrosas que nombraran
sin que eso fuera una forma de caer.

Durante la noche
alguien cosió con un hilo claro
aguas de fuentes oscuras.


Los pájaros de la mañana se alimentan de despojos,
de algas que arrancaron de los sueños.

David Eloy Rodríguez

1 comentario:

Isabel dijo...

Realmente precioso