lunes, 6 de septiembre de 2010

la sepia


nunca hubiera imaginado que la sepia fuera un animal tan delicado, ni siquiera atinaba a visualizarlo.
esta me miraba con atención tras el cristal, cambiando de color y ondulando suavemente esa especie de faldita locomotora que la rodea.

creo que, a partir de ahora, se acabó para mí la sepia a la plancha.

3 comentarios:

alicia dijo...

una forma tan exquisita y delicada merece una muerte a la altura de su vida, como la de los héroes griegos. Mejor que a la plancha que tal "al secreto del océano" o "a punto de convertirse en escultura de sal"...
Abrazos casi líquidos

Carmen Griss dijo...

Mujer, veo claramente que nunca has tenido que pelar una sepia ni prepararla para la plancha, te lo habrias imaginado ;-)

sil dijo...

Cuando hacen la puesta, cuelgan sus huevos en racimo de los corales, y se colocan delante para protegerlos. No se mueven de alli hasta que nacen. Muchas mueren de inanición, pero no les importa.
Tuve la suerte de encontrarme con una de ellas buceando. Me miraba y se colocaba entre los huevos y yo, levantando las patas-antena que tiene y "coloreandose", indicandome así que la estaba estresando.
Le hice una foto y me fui.