jueves, 26 de enero de 2012

Huracán tornasolado de las planicies

         Somos el espejo donde se mira el árbol, y somos el árbol, corteza de planetas lejanos. Somos la voz, y somos el eco, el cráter que ha olvidado el sabor de la lava. Somos la lava. Los ríos subterráneos. El vuelo errático del halcón. El señuelo sedoso del cazador de estrellas. Somos el sueño. El tigre que nos acosa en el cañaveral. Los labios que nos besan. El rastro de las uñas sobre la piel. El grito ahogado. La mirada perdida dentro de los pliegues del cerebro. El jugo pegajoso entre las manos. El abandono del cuerpo. Un chaparrón. Un claro en el cielo.
        Somos la materia y el espíritu que crea la materia. El estiercol y las fresas. El légamo y el agua clara. Las esferas opacas. Con una ojeada levantamos un paisaje, y somos el paisaje y el ojo cerrado que lo mira. Las selvas mojadas. Los vastos pedregales. Los borrones luminosos de Cy Twombly. El gusano que mora en la manzana y se torna carne de manzana. Hueso de melocotón. Corazón de tentetieso. Huracán tornasolado de las planicies.


(esta vez no han sido los Obituarios. esta vez ha sido Arponauta, mejor.)

2 comentarios:

arponauta dijo...

jajaja, has tardado mucho en aprovechar mis "influencias" ;-)

lente dijo...

Me gusta, gracias por las joyas.