sábado, 28 de diciembre de 2013

"Oía el tableteo del aspersor en el césped y el zumbido de una abeja
atrapada en la ventana que se lanzaba una y otra vez contra la tela
metálica, como si tuviera todo el tiempo del mundo, como si en algún
momento pudiera encontrar un agujero y huir. Pensé en lo pacientes
y confiadas que son muchas formas de vida inferior, como si tuvieran
fe en algo que está más allá de la comprensión humana."

Algún día este dolor te será útil, Peter Cameron.

1 comentario:

arponauta dijo...

pues sí, bendita insistencia sin fe.