sábado, 4 de octubre de 2014

Cuando todo lo que veía, incluso un torcido y oxidado
tendedero en un patio trasero, manzanas podridas en el suelo 
debajo de un árbol, una barca tapada con una lona con los 
caballetes mojados sobresaliendo y la hierba debajo, amarilla
y aplastada, ardía de belleza.

La muerte del padre, Karl Ove Knausgard.

1 comentario:

arponauta dijo...

habrá que leerlo... :-)