domingo, 26 de marzo de 2017

Cambios de hora

Cada vez que hay un cambio de hora recuerdo a C y su negativa a cambiarla.
Pasaban semanas hasta que transigía,
ella contra el mundo.
Ciertamente llegaba un momento en que no le quedaba más remedio
si no quería llegar con antelación o retraso a los sitios
pero hasta que eso sucedía pasaban unos cuantos días.

Y al hilo de esto he recordado también ese extraño reloj soviético de 24 horas
que utilizó durante un tiempo.
A mi me resultó imposible saber nunca que hora marcaba
pero ella lo consultaba con soltura.

C y su extravagante conducta,
cuánto la echo de menos.

2 comentarios:

Elena Netalga dijo...

Un beso, Chichi.

Beauséant dijo...

muchas veces en la vida, elegimos una batalla, que puede ser absurda o no, eso es lo de menos, y es bonito ver como algunas personas la libran con dignidad por estúpida que pueda parecernos...