Fui feliz cuando cogí tres trenes.
Fui feliz cuando llegaba.
Fui feliz en un chino.
Fui feliz en casa de E.
Fui feliz cargando una furgo.
Fui feliz en un bar cutre.
Fui feliz buscando aparcamiento.
Fui feliz esperando en un bar.
Fui feliz cargando un nevera.
Fui feliz viendo una peli con mi actor favorito y la peli duraba tres horas.
Fui feliz desayunando.
Fui feliz al despedirnos.
Fui feliz.
5 comentarios:
será que la felicidad poco tiene que ver con las circunstancias... la procesión va siempre por dentro
por cierto, qué bien que hayas vuelto, Shichimi...
y que razón tienes, efectivamente la procesión va por dentro.
Lo que más me gusta de este post, sea un poema o una simple lista, es que hace días que me permite escribir y rodar una película imaginaria que proyecto mientras monto y viceversa. Y el resultado de poner el guión en imágenes no es malo, me gusta, cada día disfruto más del resultado. Si tuviera medios podría hacerlo, y estoy seguro de que con este post impreso en una cuartilla me bastaría.
Gracias
Juan, que este post tenga ese poder, que no podía imaginar, me alegra.
Gracias
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