escucho, distraídamente, las noticias mientras ceno.
el jefe religioso pronuncia palabras de olvido y perdón, ja.
reproduzco sus palabras imitando su tono blando y afectado.
y, de pronto, los recuerdos se precipitan sobre mi.
recuerdo tus imitaciones perfectas de cualquier habla, de cualquier acento.
te imagino imitándole.
¿durante cuánto tiempo voy a echarte de menos?.
probablemente, más tiempo que el que te eché de más.
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