viernes, 2 de octubre de 2009

menhires





caminamos bajo la lluvia, de menhir en menhir.

estaban separados cientos de metros, a lo largo de las colinas, entre campos de cultivo, pastos y vacas.

me recosté sobre ellos, los toqué, observé los innumerables líquenes que crecían, solamente, sobre una de sus caras.

luego bajó la niebla y regresamos.


pensé que, en otra vida, me hubiera gustado tener ese oficio,
el oficio de levantar menhires.

1 comentario:

Elena Netalga dijo...

:-)

(Te puedo imaginar a la perfección, llevando un pedrolo de esos sobre el hombro...)


Un beso megalítico.