miércoles, 11 de abril de 2007

OBSCENIDAD

Alguien me prestó, el domingo, el dominical de El País.

Había un reportaje sobre una de las consecuencias del genocidio de Ruanda.

Las niñas de doce, trece años, raptadas por los asesinos de sus familias.
Y violadas. Y violadas. Y violadas.

Y de las consecuencias de esas violaciones.
Hijos no solo no queridos, si no incluso odiados.
Y sida.
Y dolor.
Y ninguna esperanza.
Con fotos, y nombres y apellidos, y relatos en primera persona.

Estremecedor.

Pero lo que me parece OBSCENO es que ese reportaje esté entre uno sobre moda (con una modelo esquelética), otro sobre decoración y un reportaje de la vida loca de un grupo de rock.

Al mismo nivel el horror y la frivolidad.

Yo no pude seguir leyendo.

A lo mejor la equivocada soy yo.

2 comentarios:

Carmen Griss dijo...

No creo que te equivoques. Es moderno frivolizar cualquier cosa, ni que sea por proximidad.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por ese pequeño país que acabo de descubrir, en el que cabe un corazón sin blindajes. Llegué por casualidad, como una náufrago a la deriva, buscando en internet el poema completo de Atxaga que tantas veces he citado. Y me quedé. Tal vez vuelva, tal vez no. Son tantas las olas, y tan caprichoso el oleaje...

alfonso brezmes