miércoles, 27 de febrero de 2008

20 de febrero

La noche de su muerte hubo un eclipse de luna.

Pude despedirme de su cuerpo entubado, ese cuerpo que conocía al milímetro, pero ella ya no estaba allí.

No he conocido a nadie más generoso.


No siempre supe entenderla.

Cuánto la quise,
cuánto la quiero.

Terri, in memoriam.

2 comentarios:

mgab. dijo...

Shichimi, me gustaría ofrecerte hoy un pequeño cuenco de silencio, para que lo tuvieras a tu lado...

shichimi dijo...

Gracias Jin por ese pequeño cuenco de silencio, te lo agradezco mucho...