viernes, 25 de abril de 2008

Viajes

Me despierto aún de noche.
No se qué hora es.

Me desvelo.

Oigo un extraño ruido que no conozco, algo así como un silbido gorjeante.
También lo oyen los perros del pueblo, todos empiezan a ladrar.
No imagino que puede ser, ¿insectos, aves?.

Luego me duermo y me duermo más de lo debido.

Se me hace tarde para el viaje que emprendo.

Recuerdo el verso de Pessoa:
"El frío especial de las mañanas de viaje".


Me voy.

1 comentario:

Unknown dijo...

Vamo, ¿ma dove?

(Aria de Mozart)