La espalda de las nadadoras desnudas en el mar bajo la lluvia.
El temblor de la hierba que nace en los polígonos asfaltados.
El contacto de dos lenguas rojas entrelazándose sobre un campo de
nieve.
La respiración acompasada de dos cuerpos desnudos.
Abrir la boca debajo de la lluvia caliente.
Robar caballos en la noche.
Lamer moras explotadas sobre las manos y brazos de otro.
El jadeo de un caballo agitado sobre la espalda desnuda.
El olor a naranja en las yemas de los dedos en una avenida agolpada
de tráfico.
El vaho de dos bocas sobre los cristales.
La estela de la lágrima desde el ojo hasta el vientre desnudo.
Los labios mojados sobre unos hombros con lunares.
Entrar con los senos descubiertos a robar moras.
Acercar la palma a milímetro de la piel de la cintura.
Soplar el diente de león.
La llovizna húmeda que queda suspendida sobre el vello de los brazos.
Susana Barragués
6 comentarios:
Precioso. El título, qué bueno!
con cuál me quedo? tal vez la última... pero me gustan todas!
ufff. hola.
simplemente, precioso!!
Si las escurres como a trapos húmedos, de cada frase caería una gota... un haiku.
Tu blog ha sido un maravilloso descubrimiento en un día de lluvia
gracias Alicia pero el todo mérito de ese poema es de su autora Susana Barragués, el enlace está sobre su nombre pero creo que no se ve demasiado, lo cambiaré.
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