miércoles, 9 de diciembre de 2009

Estoy bebiendo, una noche de invierno, y de pronto noto que la noche se ha puesto sumamente fría. Abro la ventana y veo caer los copos de nieve del tamaño de una mano, y ya hay tres o cuatro pulgadas de nieve en la tierra. ¡Ah!, ¿No es eso felicidad?.


De los treinta y tres momentos felices de Chin.

1 comentario:

alicia dijo...

Gracias por este hermoso descubrimiento, nuevamente. He leído que el origen de esos 33 momentos felices fue un encierro del poeta con un amigo debido a las fuertes lluvias. Durante ese tiempo evocaron como pasatiempo momentos felices... Tal vez no sea real pero ojalá lo fuese.
Si pienso en un momento feliz acude el olor de un libro aún por comenzar.
Abrazos