Para viajar, debería bastarnos sólo con nuestro cuerpo; pero las noches reclaman un abrigo; la lluvia, una capa; el baño, un traje limpio; el pensamiento, tinta y pinceles. Y los regalos que no se pueden rehusar... Las dádivas estorban a los viajeros.
Matsuo Basho, Sendas de Oku.
Versión de Octavio Paz y Eikichi Hayashiya.
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